‘Pajita en boca’, ‘beso robado’ y tres aguinaldos más para pasar la Nochebuena

Ante el encierro, la creatividad. Traemos cinco juegos para que se divierta en familia mientras llega el momento de abrir los regalos.

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No cabe duda de que esta Navidad, por lo menos en Colombia, va a ser sumamente diferente a las anteriores. Con cada vez más ciudades como Bogotá, Medellín y Cali anuncian toques de queda y otras medidas que previenen las reuniones masivas, incluso si son familiares. Los hogares comienzan a ver en la necesidad de buscar otras formas de hacer de estas fiestas algo entretenido, incluso en medio del confinamiento.

En este sentido, no está de más acudir a las tradiciones, y ¿qué mejor que los juegos de aguinaldos? Dinámicas como el ‘Sí y el no’ o ‘Pajita en boca’, que apelan a la creatividad, recursividad y velocidad mental de los participantes, sin reglas complejas, con lo que está a la mano en la casa y que se prestan para un buen par de risas y hasta divertidas penitencias y regalos.

Como bien apunta el de libro Mitos y Ritos de la Navidad de Pepe Rodríguez, estos juegos son una costumbre con un origen mucho más antiguo que la era cristiana, que le da sustento a la celebración de la Nochebuena tal y como se le conoce en Colombia.

Estos hacían parte, dice, del ritual de solsticio de invierno y comienzo de año, “que fue habitual en todas las culturas de la antigüedad”, y se basaban en la idea del dar y recibir para propiciar la abundancia, tradición que se fortaleció durante la cristianización de Europa y que por ende terminó importada a América Latina de manos de los colonizadores.

Con esto en mente, conozca a continuación algunos juegos de aguinaldos:

<b>El sí y el no</b>

Probablemente el más simple en la explicación y el más complejo en la ejecución. La idea es asignar quiénes no pueden contestar “sí” y quiénes no pueden hacer lo propio con el “no”, o incluso acordar cuál de las dos opciones está completamente prohibida. Posteriormente, de manera inesperada y a lo largo de un periodo de tiempo acordado se empiezan a lanzar preguntas casuales, típicas de cualquier conversación, como “¿tienes sueño?”, “¿tienes hambre?” o “¿me acompañas?” en busca de la palabra. Quienes contesten van pagando el aguinaldo acordado.

<b>Pajita en boca</b>

Uno de los más conocidos. Lo único que requiere es que los jugadores mantengan, en todo momento, un objeto acordado al interior de la boca. Un chicle, un dulce, una paleta, incluso un grano de maní o una semilla. El caso es que que, cuando alguien del grupo exclame la frase “¡pajita en boca!”, todos demuestren que todavía mantienen el objeto. Quienes pierden son eliminados, pagan una penitencia o le dan un regalo al ganador.

<b>Esconder al niño Jesús</b>

Muy entretenido, sobre todo para jugar con niños. Aquí un tercero imparcial esconde la figura que representa al niño Jesús en el pesebre del hogar en alguna parte de la casa, como materas, almohadas o gavetas. Entre más inverosímil el sitio, mejor para la cacería. Una vez hecho esto, los demás participantes se despliegan para encontrarlo. Quien lo haga se gana un premio previamente acordado.

<b>Beso robado</b>

Una dinámica de pareja que puede, incluso, extenderse durante toda la temporada de novenas entre el 16 y el 24 de diciembre. El objetivo no es otro más que robarle un beso, o una cantidad determinada de besos, a su compañero antes de que este se lo robe a usted. La distracción y la seducción son los factores más importantes en este juego. Nuevamente, el que pierde, paga.

<b>Tres pies</b>

Jugar con la coordinación, los reflejos o la torpeza, del otro, siempre resulta en un rato divertido. Por eso esta actividad propone formar grupos, o parejas que tienen la misión de meter uno de sus pies en medio de los dos de los demás. Evite caerse mientras trata de lograr la mayor cantidad posible y recuerde, los tres pies tienen que estar en el suelo para que cuente.

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