Además de la natilla, los buñuelos, los tamales y toda la comida deliciosa que se consume en diciembre, los villancicos son uno de los elementos favoritos de la época decembrina. No hay nada mejor que sentarse con la familia y amigos a cantar y tocar instrumentos como maracas y panderetas, pero, ¿sabe de donde nacieron los villancicos?
Esta tradición, como varias actividades que se realizan durante la Nochebuena y el Año Nuevo, son una herencia española. En el caso de los villancicos, surgieron en el siglo XIII y la palabra se deriva de “villanos, como eran conocidas las personas que habitaban en las villas de España.
Esta población tocaba y componía canciones para contar los hechos importantes que pasaban en sus lugares de origen. Luego, estas composiciones se mezclaron con costumbres árabes pertenecientes a migrantes establecidos en España que complementaron las melodías.
Los villancicos terminaron siendo un tipo de música muy popular en la época y los religiosos la adaptaron para contar historias bíblicas. Con la colonización, estos cantos se introdujeron en Latinoamérica y han evolucionado para adaptarse a los ritmos de cada país, pero siempre con un mismo fin: contar decenas de acontecimientos relacionados al mesías de los cristianos. De esa manera, los villancicos se convirtieron en unos cantos típicos de la Navidad, que pueden evocar diferentes sentimientos.
Se conoce que la letra original de muchos villancicos fue escrita por europeos, pero en Colombia las agrupaciones musicales folklóricas las han modificado para hacerlas más locales. Además, varios villancicos también fueron compuestos en Venezuela, país con el que Colombia comparte muchas similitudes, por eso se sienten tan cercanas estas composiciones.
<b>Tutaina</b>
Aunque no se sabe quién compuso originalmente esta canción, se conoce que algunas voces de la versión original de este clásico villancico pertenecen a miembros del coro del Instituto Venezolano de Ciegos. Éstos datos son difíciles de corroborar, aunque se presume que las grabaciones fueron registradas en el siglo XX.
Un dato curioso acerca de este canto es que se llama así ya que en Perú la palabra ‘tutaina’ se refiere a una fiesta pequeña. En este caso, se habla del nacimiento de Jesús que se dio, según la Biblia, de una forma privada en un establo y sólo con la presencia de los padres del mesías y unos cuantos pastores. Hoy en día, la alusión a una fiesta pequeña sería el equivalente de celebrar en la familia.
<b>Noche de paz</b>
Esta es una de las melodías más dulces que se entonan en la Navidad y una de las más populares ya que ha sido traducida a más de 300 idiomas en el mundo.
Esta composición se creó justamente en una Nochebuena, exactamente en la del año 1818. Noche de Paz fue escrita por un sacerdote austriaco llamado Joseph Mohr, quien le propuso a un profesor de música llamado Franz Gruber, componer la melodía.
Estos datos fueron confirmados por un investigador y guía de la casa museo donde está el instrumento con el que se tocó la canción por primera vez.
<b>Mi Burrito Sabanero</b>
Esta es una obra original del músico Hugo Blanco, que casi no se da a conocer, pero finalmente fue tocada por primera vez en 1976 y desde ahí se convirtió en uno de los cánticos favoritos de Navidad.
Este villancico fue escrito originalmente por Blanco para un álbum de Navidad de Topo Gigio, pero al final la composición no fue incluida en el disco, por lo que el autor intentó venderla a otro compositor venezolano llamado Simón Díaz, pero tampoco lo convenció por ser muy infantil. Al final, Blanco decidió formar un grupo musical infantil llamado ‘La Rondallita’ y en el primer álbum de los pequeños se dio a conocer ‘El Burrito Sabanero’.
Le puede interesar: