Tras los disturbios que ocurrieron el viernes en el barrio El Codito, de la localidad de Usaquén en el nororiente de Bogotá, estaría detrás una serie de hechos irregulares como cobros y extorsiones por parte de algunos policías a los comerciantes y a los transportadores informales de esa zona de Bogotá, de acuerdo con una nota televisiva que emitieron en la edición del sábado de Noticias Uno.
Periodistas de ese informativo estuvieron en el sector recopilando testimonios de los residentes de la zona, luego de que en la noche del viernes ocurrieran disturbios tras unos enfrentamientos entre la Policía y ciudadanos indignados luego de que en un operativo policial contra el transporte ilegal de la zona resultaran heridos por arma de fuego dos jóvenes del sector, uno de ellos un menor de edad que permanece recluido en el hospital Simón Bolívar con pronóstico reservado.
Ese día las autoridades informaron que la investigación de los hechos quedaba a cargo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, ya que los heridos habrían agredido a una uniformada e intentado arrollar a otros cuatro policías durante el operativo contra el transporte ilegal de la zona, lo que provocó que les dispararán.
Sin embargo, con los testimonios que recopiló Noticias Uno, los hechos no serían como la contaron las autoridades. “La situación de ayer es por plata, la Policía es muy corrupta. Los únicos que están recibiendo las vacunas y plata por parte del transporte ilegal son los del CAI Codito”, aseguró al informativo, con su identidad protegida, un residente de la zona.
En el noticiero informaron que en ese sector han ocurrido 14 homicidios en lo corrido del año, y que las disputas entre los transportadores ilegales serían causantes de esos crímenes, así como por el dominio del microtráfico que ha sido una problemática permanente en esa zona alta de Usaquén.
“El día jueves asesinaron a dos personas de las camionetas que trabajan en el cerro en el barrio Santa Cecilia”, agregó el residente.
Incluso en uno de los testimonios de la comunidad aseguraron que algunos uniformados estarían relacionados con delincuentes en la zona.
“Hay una persona que está involucrada con el Clan del Golfo, y tiene ahora el control en el territorio. Pues no es un secreto que la Policía obviamente es amiga de él”, aseguró otro habitante de la comunidad.
El noticiero también entrevistó a comerciantes que le estarían pagando ‘vacunas’ a la Policía. “A todo momento pidiendo plata, ya nos han vacunado como en 300.000 pesos en esta pandemia”, dijo uno de los afectados al informativo televisivo.
Según la misma comunidad, tras los hechos del viernes se hizo un pacto de no agresión entre la Policía y transportadores ilegales, por lo que los vehículos de esas personas seguían circulando y prestando ese servicio de forma irregular en la zona. Mientras que el CAI permanecía custodiado por los uniformados para evitar nuevos disturbios.
En Noticias Uno además informaron que no recibieron respuesta por parte de la Policía, ni de la Secretaría de Seguridad de Bogotá sobre estas denuncias que hicieron los ciudadanos de lo que está ocurriendo en ese sector del norte de la capital colombiana.