Con tutela, piden revivir consulta anticorrupción por presuntas irregularidades en censo electoral de 2018

Un grupo de congresistas de la oposición asegura que en 2018 se presentó un error en el número de personas habilitadas para votar, lo que no habría impedido que se aprobara la iniciativa popular.

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Este viernes los congresistas Iván Cepeda, Angélica Lozano, Ángela María Robledo y Antonio Sanguino presentaron una tutela en la que le piden al Consejo Nacional Electoral (CNE) reconocer que, según los denunciantes, en la Consulta Anticorrupción del 2018 se pasó el umbral y, que por esto, se deben implementar sus siete puntos. Además, le exigieron a la Registraduría Nacional del Estado Civil publicar las presuntas irregularidades en el censo electoral del 2018, que hace unos días denunció el senador Cepeda.

Esto se da tras un debate que citó la oposición en la Comisión Segunda del Senado, en el que Cepeda y Sanguino denunciaron que sí se superó el umbral que, en ese momento, fue de 12.140.342 de personas y que, para ellos, se negó por irregularidades en la configuración del censo electoral.

Para ellos, en 2018 estaban habilitados para votar 33.743.169 ciudadanos y no 36.421.026 como lo estableció la Registraduría.

La iniciativa, liderada por el senador Iván Cepeda, se basa en tres argumentos: el primero es la vulneración al derecho a elegir y ser elegido, el segundo el derecho a conocer la verdad electoral y el tercero la violación al derecho colectivo a la moralidad administrativa. “como consecuencia de la composición irregular y la omisión de depuración del Censo Electoral en 2018, que afectó el reconocimiento de la Consulta Popular Anticorrupción como un mandato vinculante dado por la ciudadanía al Estado colombiano”, se lee en el documento.

Por su parte, la senadora Angélica Lozano del partido Alianza Verde dijo que el censo electoral de esa fecha contaba con fallecidos, miembros de fuerza pública habilitados para votar. Eso afecta los umbrales y, así, la democracia. Si se hubiera actualizado, la consulta hubiera superado el umbral con 427.228 votos”. Lo que apoya el senador Cepeda que expresó que el registrador Nacional, Alexander Vega reconoció lo propio en la Comisión. “En mi debate probé que el censo electoral ha estado seriamente distorsionado por millones de cédulas que no deberían estar incluidas (...) ese hecho indiscutible tuvo como una de sus consecuencias alterar los resultados de la consulta popular contra la corrupción, que a nuestro juicio superó por más de 400.000 votos el umbral requerido.”, afirmó.

Según los congresistas, se detectaron alrededor de 8 millones de cédulas con inconsistencias en el censo electoral del 2018, por lo que en las últimas elecciones en el país, se pudo incurrir en innumerables irregularidades que afectaron resultados como los de la elección del Congreso de ese año.

Ángela María Robledo, que hace poco renunció a la Colombia Humana, dijo que esta consulta no beneficiaba ni a la derecha, ni a la izquierda, ni a ningún partido, sino a los colombianos.

La Consulta Anticorrupción la impulsó el partido Alianza Verde, con caras reconocidas como Claudia López y Angélica Lozano, sin embargo, ellas afirmaron que no era una campaña política sino un movimiento “sin partidos”. La Consulta tenía siete puntos a votar: reducir el salario de los congresistas y altos funcionarios del Estado; cárcel a corruptos y prohibirles volver a contratar con el Estado; contratación transparente obligatoria; presupuestos públicos con participación de la ciudadanía; que los congresistas rindieran cuentas de su asistencia, votación y gestión; hacer públicas las propiedades e ingresos (declaración de renta) y limitar el periodo en el Congreso con un máximo de tres periodos.

La votación se dio el 26 de agosto de 2018 y dejó en evidencia, una vez más, la grande abstención que hay, ya que de los 36 millones de personas que dijo la Registraduría que estaban habilitadas para votar, poco más de 11 millones asistieron ese día a las urnas. Sin embargo, según analistas de El Tiempo, quedó en evidencia que desde entonces se mueve una nueva cultura política de colombianos que reclaman un cambio.

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