La noche del pasado 15 de diciembre, algunos habitantes del barrio Los Cerezos, en la localidad de Engativá, vivieron una de las peores noches de sus vidas, un incendio, que comenzó a apoderarse de los ocho pisos de un edificio del sector, los despertó. Un día después, el propietario del apartamento donde se originó conflagración se refirió a lo sucedido: “fue culpa de una patineta eléctrica”.
De acuerdo con lo dicho por el ciudadano a los medios televisivos que hicieron presencia esa noche en el lugar de los hechos, lo único que él hizo para “ocasionar” el incendio fue conectar una patineta eléctrica, para que cargara. Sin embargo, una falla en la batería del vehículo, que al parecer explotó, causó la conflagración.
El propietario, cuyo apartamento quedó destruido como consecuencia de las llamas, pese a la intervención del Cuerpo de Bomberos de Bogotá para apaciguar el incendio, a través de tres de sus máquinas, dijo a Citytv que se trataba de una “batería de litio, se pone a cargar como cualquiera y eso es altamente incendiario”.
Ese tipo de baterías, sin embargo, no solo tienen litio, sino manganeso y aluminio, metales que no están restringidos para los fabricantes. Así se lo explicó Daniel Jaramillo Ramírez, investigador en transporte urbano y profesor de la Universidad Javeriana, a El Tiempo. Según él, no hay una generalidad de cómo fabricar baterías, por lo cual, básicamente, se puede elaborar como se quiera.
Como el incendio que asustó a los habitantes de Engativá el martes pasado, ya se han presentado otros tantos, no solo en Colombia, también en el mundo. En el 2015, época en que las patinetas eléctricas comenzaron a ser tendencia; en Bulkington, Inglaterra, se documentó un caso en el que, a los 20 minutos de haber sido cargada, una tabla eléctrica explotó y prendió fuego.
Desde ese entonces, se dieron a conocer casos similares en otros países, como Estados Unidos, razón por la cual, en diciembre de ese año, Amazon decidió dejar de vender la mayoría de marcas de dicho producto, mientras no se cumplieran algunos requerimientos de seguridad.
De acuerdo con Daniel Jaramillo, una de las medidas de prevención frente a la compra de patinetas eléctricas, es comprar aquellas que tengan el sello de calidad CE, de la Unión Europea, y “desconfiar de patinetas que sean muy baratas”.
Es tal el peligro que puede generar una batería de este tipo, aún más cuando es de baja calidad, que ahora se movilizan solo vía marítima y no en vuelos de carga, mucho menos comerciales, según el experto.
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