Por estafas con cédulas falsas, detenidos funcionarios de Migración y de la Fiscalía

Esta banda delincuencial utilizaba información restringida de la Registraduría, con lo cual habrían realizado estafas por 15 mil millones de pesos con productos financieros a nombre de víctimas a los que se les suplantaba su identificación.

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Foto: Polfa
Foto: Polfa

La Policía Metropolitana de Bucaramanga, junto con la Fiscalía General de la Nación, capturaron, en Santander y Bogotá, a los miembros de una banda delincuencial familiar que suplantaba ciudadanos para realizar transacciones bancarias a su nombre, utilizando las bases de datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil.

El operativo se llevó a cabo en el área metropolitana de Bucaramanga y en la ciudad de Bogotá. Para la captura de los 21 implicados, se realizaron 24 allanamientos y los sujetos, quienes tienen vínculos familiares, tendrán que responder por los delitos de concierto para delinquir y falsedad material en documento público.

Al parecer, el acceso a la restringida base de datos de la Registraduría se logró por medio de dos de los 21 delincuentes capturados: un funcionario del CTI de la Fiscalía y un hombre vinculado a Migración Colombia, los cuales utilizaron su posición privilegiada para hurtar 12 mil millones de pesos.

Por el alto alcance de la banda delincuencial, las autoridades buscan dar con más funcionarios de entidades públicas que presuntamente estuvieron vinculados a la red de falsificación de documentos personales.

“Dentro de las personas capturadas figuran dos funcionarios públicos que son de enlace con la Registraduría, esos funcionarios accedían a la ‘web service’ de la entidad y facilitaban la huella dactilar, fácilmente podrían suplantar la huella de las personas”, expuso el comandante de la Policía en Bucaramanga, general Luis García, de acuerdo con Blu Radio. El uniformado agregó que el modus operandi de los delincuentes giraba en torno a la reproducción ilícita de sus huellas dactilares.

Por medio del material látex, recopilaban huellas de víctimas y creaban cédulas fraudulentas. Por medio de los documentos alterados, realizaban solicitudes a entidades bancarias o realizaban transacciones en almacenes con modalidad de compra indirecta habilitada.

Por medio de la información de la Cifin, Central de Información Financiera, se evaluaba qué capacidad de endeudamiento tenían las víctimas para poder adquirir créditos a la medida. Según la Fiscalía en Santander, con la información, pudieron acceder a tarjetas de crédito o bonos de regalo de tarjetas débito de personas naturales, quienes no sospechaban de los robos.

Tan solo en cuarentena, las autoridades afirmaron que los delincuentes lograron robar miles de millones de pesos con ayuda de las bases de datos gubernamentales en poder de los dos funcionarios del Estado.

Según una víctima, testimonio recogido por Blu Radio, se hizo una compra de 191 pesos de manera repentina. Sin embargo, la tarjeta estaba inactiva y no despertó preocupación de la persona. “Por la noche hicieron compras por 500,000 pesos aproximadamente de la tarjeta que físicamente no tengo”.

Funcionario de Migración fue llevado a prisión por concusión

El pasado mes de noviembre, se envió a la cárcel a otro funcionario de Migración Colombia por beneficiarse de su cargo. Por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, un juez con funciones de control de garantías de Pasto, Nariño, dictó medida de aseguramiento en contra de Andrés Iván Burbano Pinto por su presunta responsabilidad en el delito de concusión en concurso homogéneo; es decir, beneficio personal por su función dentro de la entidad.

Según las investigaciones, “el procesado aprovechando su condición de funcionario de Migración Colombia, exigía dinero a diferentes agencias de viajes o empresas turismo dedicadas al transporte de migrantes a diferentes ciudades del país”.

Según el ente de control, desde julio de 2019 a febrero de 2020, el hombre negociaba con establecimientos comerciales y les cobraba la suma de $400.000 por cada bus que despacharan, cobrando 10 mil pesos por pasajero.

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