Por trabajar en una empresa vinculada con alias Chupeta hace año y medio no le pagan sueldo

Desde horas de la mañana de este lunes, Rocibel Cerón, de 50 años, llegó al frente de las instalaciones de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para denunciar que desde hace 19 meses no recibe su salario, de su trabajo en una fundación educativa en la que se desempeña como secretaria.

Según lo informado por RCN Radio, la mujer indicó que ella trabaja para la Fundación Cidca, una institución educativa tecnológica de educación superior la cual, que actualmente se encuentra administrada por la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Algunos trabajadores le indicaron a RCN Radio que, al parecer, la institución Cidca está en líos desde 2007, cuando pasó a manos de la SAE porque presuntamente aparecía en la lista de los bienes del narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’.

“Desde entonces, todo ha sido muy difícil. Llevo 19 meses sin recibir mi sueldo. Trabajo como secretaria y no sé qué va a pasar con el dinero que nos deben. Los administradores no nos dan razón”, comentó Rocibel a RCN Radio.

Como Rocibel, al parecer también habría cerca de 25 trabajadores que están en la misma condición y que en la mañana de este lunes hicieron un plantón a las afueras de las instalaciones buscando respuestas.

Marcela Casas, quien dice ser otra de las afectadas por la situación, aseguró que está a la espera de su pensión, pues ella trabajó en la Cidca durante varios años. Además, denunció que, aunque ya no trabaja en este lugar, le deben varios meses de sueldo.

Por lo pronto, la SAE no ha respondido públicamente a los trabajadores quienes esperan recibir muy pronto su salario.

En otro lugar de Bogotá, también se dio la protesta de Orlando Ramírez, un pescador de 65 años, quien lleva tres días a las afueras de la empresa Emgesa en Bogotá, rechazando a la construcción de la hidroeléctrica El Quimbo.

Según el hombre, en diálogo con RCN Radio, él vivía en el municipio de Gigante, Huila, pescando en el río Magdalena, pero desde la construcción de la hidroeléctrica su vida empeoró. “Desde 2012 todo cambió después de la construcción de El Quimbo, ya no podía pescar como antes. Los peces empezaron a escasear y aguanté hasta 2015. Ya no podía pescar ni siquiera para mi propio alimento. Entonces, decidí hacer una protesta pacífica en la plaza de mi pueblo. Allí duré tres años, pero no pasó nada”, comentó el hombre a la emisora.

Entonces decidió emprender viaje a Bogotá a finales del 2019. “Ahora sí me paran bolas y por lo menos ya no me ignoran”, manifestó el hombre. Sin embargo, por la pandemia del COVID-19 tuvo que pasar unos meses en un albergue temporal, pero ha decidido retomar su protesta en los últimos tres días.

“De acá me han querido sacar. Un día me fui a cumplir una cita médica y cuando llegué, habían recogido mis cosas. Me dejaron sin nada, no tenía ni siquiera la ropa para cambiarme. Así que puse una tutela y falló a mi favor, porque yo estoy haciendo una protesta pacífica y me devolvieron la mitad de las cosas, porque las otras me las botaron”, comentó.

Ante la manifestación del Orlando la empresa Emgesa, no se ha pronunciado al respecto.

TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR: