En zona rural montañosa del municipio de Cumbitara, Nariño, el Grupo de Investigaciones Especiales del Cuerpo Técnico Investigativo (CTI) con apoyo del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea dio con una fábrica artesanal para el procesamiento de sustancias narcóticas ilícitas que le pertenecerían a una columna móvil del Ejército de Liberación Nacional (ELN), al mando alias Fercho.
En total fueron encontradas 2.5 toneladas de cocaína lista para ser embalada, 1.35 toneladas de insumos, 2.831 galones de químicos y 324 kilogramos de alimentos y víveres, en cuanto a materias primas.
Además fue hallada maquinaria requerida para producir la droga a comercializar en Centroamérica y Estados Unidos. Las autoridades calculan que en el laboratorio se estaría realizando una producción mensual aproximada de cinco toneladas de cocaína.
De acuerdo con información de la DEA (Drug Enforcement Administration) y revelada por el CTI de la Fiscalía General de la Nación, todo el complejo cocalero en Nariño estaría valuado en cuatro millones de dólares, incluidos equipos e insumos incautados.
La Fiscalía también dio a conocer que toda la estructura cocalera estaba compuesta por ocho edificaciones artesanales, que le permitirían operar a por lo menos 50 personas.
La Tercera División del Ejército Nacional reveló un video del procedimiento en el que localizaron la fábrica de clorhidrato de cocaína, donde presuntamente operaban los miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN):
Investigadores de la Fiscalía y uniformados de las Fuerzas Militares llegaron en helicópteros a una montaña, aterrizando en condiciones extremas. Aunque el recorrido de los hombres era de menos de un kilómetro, tardaron aproximadamente cuatro horas para poder llegar al sitio, atravesando la maleza y subiendo una trocha inestable con lodo y barrancos.
Además, dos unidades caninas acompañaron la operación para salvaguardar la integridad de los uniformados, teniendo en cuenta el peligro existente por las minas antipersonales ubicadas para proteger el complejo.
Rodeados de árboles pequeños y una quebrada, los ocho lugares estratégicos del laboratorio (dormitorio, cocina, baterías de baños, cuarto de plantas eléctricas, cristalizadero, área de secado, entable para compresores y grandes máquinas) estaban empotrados en la montaña.
Las autoridades también evidenciaron un impacto ambiental negativo por el vertimiento de desechos tóxicos residuales producto de la fabricación de la cocaína a la cuenca hídrica del río Mira.
Posteriormente incautaron hornos microondas, motobombas, dos hidrobombas, calentadores industriales, ventiladores, una planta de electricidad, una prensa hidráulica y precursores empleados para la elaboración de alcaloides, entre otros elementos, para el procesamiento de narcóticos.
No es la primera vez que las autoridades dan con un laboratorio escondido en zona montañosa o boscosa del departamento de Nariño. A principios de octubre de 2020, en zona rural del municipio de El Tambo, fue desmantelado un laboratorio artesanal también de propiedad del Frente Comuneros del Sur, compañía Jaime Toño Obando del ELN que, al parecer, traficaría narcóticos para carteles mexicanos.
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