Álvaro Uribe insiste en que la reducción de la jornada laboral “aumentará la productividad” de los colombianos

El expresidente sigue promoviendo su propuesta que, asegura, reducirá las incapacidades médicas y aumentaría el trabajo en los jóvenes.

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Foto de archivo. El expresidente colombiano Álvaro Uribe saluda a los manifestantes durante una protesta contra el acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las  FARC , en Cartagena, Colombia, 26 de septiembre, 2016. REUTERS/John Vizcaino
Foto de archivo. El expresidente colombiano Álvaro Uribe saluda a los manifestantes durante una protesta contra el acuerdo de paz con la desmovilizada guerrilla de las FARC , en Cartagena, Colombia, 26 de septiembre, 2016. REUTERS/John Vizcaino

Uno de los impulsores de la iniciativa de reducir la jornada laboral en Colombia, la cual pasaría de 48 a 40 horas semanales, es el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Esta vez, el exsenador defendió su posición frente a esta controversial propuesta en una columna publicada este martes por el diario El Tiempo.

En su espacio de opinión, Uribe Vélez comparó las jornadas laborales de otros países americanos, como Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Canadá y Estados Unidos, donde, aseguró, trabajan menos y dio a entender que producen más.

El exmandatario utilizó uno de los argumentos que más ha nombrado desde que comenzó a promover la reducción de la jornada laboral, citó el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el que se evidenció que debido a las extenuantes jornadas de trabajo, los colombianos casi no tienen tiempo para divertirse y entretenerse. Frente a este panorama, Uribe aseguró que uno de los problemas de las principales urbes colombianas es que “tienen duraciones excesivas de desplazamiento de los hogares a los sitios de trabajo”.

El exjefe de Estado también se refirió a los pronunciamientos del sector empresarial en el que aseguran que reducir la jornada de los trabajadores aumentará significativamente los costos. A esto, Uribe Vélez aclaró cómo deberían actuar los emprendedores para que no influya en sobrecostos: “El incremento de costos por reducir la jornada sin disminuir salario con sus prestaciones y sin afectar el acceso a la seguridad social, se mitiga con la transición gradual de la decisión para permitir el ajuste empresarial”.

Además, Uribe dijo que el Congreso aprobó un proyecto que tiene vigencia de tres años y que beneficiará en este aspecto. Terminando este aparte, el exsenador del Centro Democrático también dijo que reducir la jornada laboral en los colombianos estimulará “un mayor control al ausentismo y a las incapacidades médicas excesivas”.

Por otro lado, el político de derecha dijo que mejorar el ambiente laboral es clave para los trabajadores colombianos pues, según él, fortalecerá las relaciones interpersonales y aumentará “la productividad”.

“Las diferencias en avances tecnológicos y agregaciones de valor impiden considerar que Colombia pueda llevar la jornada a menos de 40 o de 42 horas”, expresó el expresidente.

Uribe insiste que reducir la jornada laboral “mejora la calidad del empleo”, además, aseguró que permitirá que se creen nuevas vacantes de empleo. Uno de los argumentos sobre el aumento en la incersión laboral del exsenador es que, según él, “la gradualidad en la aplicación permite el ajuste para evitar el costo de vincular más personas a fin de no disminuir la producción”.

No ha cambiado sus argumentos. Hace unas semanas, en diálogo con las emisoras W Radio y La FM, el exmandatario aseguró que reducir la jornada de trabajo reformará el contrato de aprendizaje. En su columna en el periódico antes mencionado, ratificó que con la reforma al contrato de aprendizaje -que va en el paquete de la propuesta de reducción laboral- se “debe crear un choque positivo de creación de empleo”.

Según Uribe, la reforma del contrato de aprendizaje aumentará la empleabilidad de la juventud connacional, pues, asegura, los colombianos menores de 30 años podrá ser vinculados en una compañía en calidad de aprendiz “hasta por dos años, siempre que no hubiera tenido una vinculación laboral formal previa”.

“Insistimos en más empresa privada que genere recursos para más política social, que a su vez legitime más el emprendimiento de los particulares”, asevera el exsenador.

Una vez más, Uribe dijo que busca promover una reducción de la jornada laboral sin distinción de estratos socioeconómicos que “obstruyan (...) una economía fraterna sin odio de clases”, dijo el expresidente, quien añadió que el país necesita más sentido social porque se ha distanciado de la empresa privada y generó una “fractura” del “empleo y la estabilidad democrática”.

Reforma laboral durante el mandato Uribe 2002-2010

Vale la pena recordar que durante el período en que Álvaro Uribe gobernó a Colombia, hubo una de las reformas laborales más controversiales de los últimos años en el territorio nacional.

En los últimos meses del año 2002, cuando el Gobierno Uribe Vélez dirigía el país, el líder político decretó una reforma laboral en la que se disminuyó significativamente el pago de horas extras, nocturnas y días festivos a los empleados.

“Cuando esa ley se aprobó en el Congreso, se dijo que se iban a crear medio millón de empleos nuevos, pero sólo se crearon 120.000”, subraya a la BBC el analista económico Aurelio Suárez.

Pese a que hubo una disminución en la pobreza de Colombia, la informalidad laboral aumentó considerablemente durante el mandato de Uribe. De acuerdo a cifras de ese entonces del Departamento de Estadísticas (DANE), durante el mandato del hoy excongresista, la tasa de subempleo llegó al 32,8% de la población económicamente activa.

Por otro lado, Uribe fue ponente de la controvertida Ley 100, la cual ordena que mediante un proceso de aporte obligatorio, todo residente, trabajador o pensionado en Colombia debe hacerse cargo de la salud de cada persona y para ello se basa en lo siguiente:

Excluye la libre relación paciente/médico y añade un intermediario a esta relación, quien cobra un 12.5% de los ingresos de cada persona, asigna aproximadamente $12 dólares mensuales para cuidar la salud de cada uno y deduce para sí una utilidad por sus servicios de intermediación.

Además de ese 12.5%, cuando un usuario utiliza el servicio médico, debe pagar un ‘bono’, la cual se deriva proporcionalmente de los ingresos mensuales del trabajador y la cual es asignada por la Entidad Promotora de Salud en la que se encuentra el empleado.

La Ley 100 reconoce únicamente dos clases de ejercicio médico: el asalariado y el adscrito a Entidades Promotoras de Salud (EPS ) e Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS).

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