El tiempo se agota para tomar la decisión de la cantidad de dinero que recibirían los empleados colombianos que ganen un salario mínimo en el 2021. El debate, como cada final de año, se pone pesado, y la discusión entre trabajadores, empresarios y el Gobierno nacional se tarda en llegar a una conclusión. La más reciente propuesta, hecha por los empresarios, y que consistía en subir un 2% la cifra actual del salario mínimo mensual legal vigente causó indignación en Christian Daes.
“Mandan huevo”, escribió Daes en su cuenta de Instagram. Para el presidente de Tecnoglass, la propuesta de subir $17.500 al ingreso mínimo de los colombianos es injusto, teniendo en cuenta su expresión, propia de su origen barranquillero.
En una entrevista para el programa El Radar de la BluRadio, Daes insistió que el salario mínimo debía tener un aumento considerable para que las personas puedan vivir en ‘condiciones normales’, incluso, comparó el estilo de vida de las personas con condiciones económicas altas respecto el las personas que viven con un mínimo.
“Los buses le cuestan (a los empleados) $250.000 al mes, los almuerzos en el trabajo les cuestan $200.000 al mes (...) Cuando tú le quitas eso a un empleado les queda 600.000 pesos para gastar en agua, luz, teléfono, arriendo, ropa, colegios… ¡Óyeme! eso no alcanza”, le dijo al periodista de Blu Radio.
Daes condenó en esa entrevista que muchas personas en su lugar y posición socioeconómica, se gastan hasta $500.000 en almuerzos, o incluso, llegan a gastar, en una sola tarde, lo que una colombiano del común se gana en un mes de trabajo.
“Cada vez que se reúnen para discutir el tema del salario mínimo dicen que van a subir el 4,5% o el 4,23%... óyeme, ¿no se dan cuenta que uno a veces se gasta en un almuerzo en un restaurante para cuatro personas, lo que una se gana una persona en un mes de trabajo?, eso no está bien (...) El sueldo es bastante malo, y la mano de obra es bastante buena. No hay trabajadores como los colombianos”, insistió.
En esa misma entrevista, hecha el pasado 5 de diciembre por esa emisora, invitó a los empresarios a aumentar la cifra siendo justos, y que dejaran de lado la excusa de la pandemia para decir que el coronavirus era el culpable de que no se hiciera un aumento justo.
“Hay que ir subiendo el mínimo. Hay que ser equitativo, hay que darles lo que se les ha negado en mucho tiempo. Yo no estoy haciendo proselitismo político, yo no aspiro a nada. Solo aspiro a que no seamos tan injustos. Hay que empezar a pagarle mejor para que las personas empiecen a vivir mejor (...) Para tener país hay que colaborarnos, hay que ayudar, hay que crear empresa, hay que ser bondadosos, caritativos. Hay que generar empleos”.
En lo que va discutido hasta el momento, las centrales obreras piden un incremento del 14%, lo que haría que el salario mínimo de los colombianos llegue a $1′120.000, con el subsidio de transporte incluido. Esto, frente a la propuesta que indignó a Daes, y a los trabajadores, de subir el 2% según los empresarios. Ni la mitad de lo que piden los trabajadores.
El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez, se unió a lo argumentado por Daes y, para una entrevista para la revista Semana, calificó la propuesta de los empresarios como mezquina, “lo que le pregunta uno a los distinguidos empresarios es si se han puesto en los zapatos de un trabajador, sabiendo que a lo mejor $18.000 pesos son los que dejan de propina cuando el fin de semana se van para un restaurante”.
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