Comprar ropa usada para estrenar este diciembre, por paradójico que parezca, puede ser una alternativa para ayudar el bolsillo, todavía más en un año al que a la crisis en salud pública por el covid-19 se le sumó la recesión económica, al menos en Colombia. Lo mejor es que, también, se podría ayudar al planeta, pues fabricar solo un jean implica el gasto de 7.500 litros de agua, según el programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Medio Ambiente.
Para comprar ropa usada no hay que pensar solo en sectores tradicionales y reconocidos por la venta de estos productos, como la Plaza España, en Mártires, o la avenida Caracas con calle 57, en Chapinero, en Bogotá. La compraventa de prendas de vestir en línea y sin salir de casa cada vez está más de moda, tanto en Colombia como en el mundo.
A través de GoTrendier, una app móvil española que ya está en Colombia, se comercializan dos millones de prendas que pueden llegar a costar hasta un 80 % menos de lo que costarían en caso de comprarlas nuevas. A diario, se suben alrededor de 4.000 artículos a la aplicación para quien comprenda que, como todo en la vida, la ropa puede tener no uno sino varios ciclos.
El darle un nuevo ciclo de vida a la ropa con su compraventa puede contribuir con el ahorro de parte de los 93.000 millones de metros cúbicos de agua destinados a la industria de la moda cada año, según el ONU Medioambiente y la Fundación Ellen Macarthur, que apuesta por la economía circular. También podría mitigar el impacto en las aguas residuales del mundo, pues un 20 % de ellas provienen del teñido y tratamiento de textiles, cita el Banco Mundial.
Si la cuestión no es de comprar ropa tan gastada, porque, como algunos pueden pensar, para eso se quedan con la que tienen, existen más opciones en el mercado. Una de ellas es Desprendarte, que comercializa cualquier prenda inutilizada pero que sí o sí esté en buen estado, para lo cual cuenta con un equipo de curadores. Con este emprendimiento nacido en 2016, la ropa usada “algo premium” se exhibe en una tienda física a un precio menor hasta en un 30 % que si fuese nueva.
El 60% se las prendas se desechan antes de que cumplan un año desde su fabricación y el consumo mundial de ropa, que hoy está en más de 62 millones de toneladas, podría llegar a ser de 102 millones en el 2030, según cifras recopiladas por el Banco Mundial: un par de razones más para pensar en comprar ropa usada.
Un consejo: en Closeando, otra tienda en línea de ropa de segunda mano, puede vender mínimo diez prendas que, pese a su desuso, pueden su armario, si bien las puede vestir alguien más. Hay domiciliarios que las recogen, aunque se pueden llevar a ocho puntos de recolección en almacenes Éxito.
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