Rafi Eitan, el reconocido agente de la inteligencia israelí que el 11 de mayo de 1962, en la calle Garibaldi de Argentina, capturó a Adolf Eichmann, encargado del confinamiento de judíos y su conducción a campos de exterminio durante el régimen de Adolf Hitler, fue asesor de seguridad nacional del expresidente de Colombia Virgilio Barco.
Dicha contratación, que el Gobierno Nacional nunca hizo pública, fue dada a conocer la mañana de este 13 de diciembre por Alberto Donadío, uno de los pioneros del periodismo investigativo en Latinoamérica y “padre” del derecho a la información pública en Colombia, a través de un reportaje para El Espectador.
Eitan, fallecido el 23 de marzo de 2019, fue el director de la agencia de inteligencia israelí Mossad y pisó tierra colombiana, al parecer, en 1989. El 3 de septiembre de ese año, el Washington Post publicó que Eitan, designado como director de la compañía Israel Chemicals tras un escándalo por espionaje a Estados Unidos —aliado de Israel—, tendría más tiempo libre “para ejercer el cargo de asesor de seguridad nacional del presidente de Colombia, Virgilio Barco Vargas”.
La noticia en el momento pasó desapercibida por los medios de comunicación colombianos, pese a que representaba un honor, al menos en el papel, contar en el gabinete con el hombre que recorrió el mundo para capturar a Eichamann, el “ministro de la muerte”, por el cual fueron asesinados cerca de seis millones de judíos, y sobre el cual se han escritos más de 470 libros.
La mayor apuesta del Gobierno colombiano de ese entonces, en cabeza de Virgilio Barco, con la contratación de Eitan, habría sido la aniquilación del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Un libro publicado en Francia en el 2000, sobre los carteles de la droga en Colombia, al que tuvo acceso el maestro Alberto Donadío, habla de reuniones entre el espía israelí y los Ministros de Defensa, Rafael Samudio Molina; y de Minas, Guillermo Perry, para discutir cómo acabar con esa guerrilla.
La última de las reuniones de las que se habla en el libro se organizó en 1988, un año antes de que el Washington Post diera a conocer que Rafi Eitan sería asesor de seguridad del presidente colombiano de la época.
Del israelí que sí se ha hablado en los medios de comunicación de Colombia es Yair Klein, exmilitar y mercenario, quien a finales de la década del 80 realizó tres entrenamientos a grupos paramilitares en el Magdalena Medio.
Los documentos hallados
Entre los documentos hallados por Alberto Donadío, que respaldan la primera entrega de su reportaje sobre la contratación de Rafi Eitan como asesor de seguridad de Virgilio Barco, sobresale el borrador de un contrato con una firma de seguridad de Israel por casi un millón de dólares, incluyendo honorarios de US$ 535.714. En ese entonces, el asesor jurídico de Virgilio Barco era Jorge Humberto Botero, hoy presidente Ejecutivo de la Federación de Aseguradores Colombianos (FASECOLDA).
Donadío dio a conocer que en ese mismo borrador, donde no aparecía el nombre de Rafi Eitan, el Estado colombiano se comprometía a cubrir viáticos para el personal por US$55 diarios y “hasta 50 pasajes para efectos de transporte aéreo, ida y regreso, en la ruta Tel Aviv-Bogotá-Tel Aviv”, según la información que reposa en el documento.
El periodista también halló un memorando de Fernán Bejarano Arias a su jefe Jorge Humberto Botero, cuyo asunto figura como “Contrato KPI”, iniciales iniciales de Ktalav Promotion and Investment Ltd., compañía radicada en Londres, y una hoja de presupuesto, cuya suma total es de US$925.308.
Lo que Alberto Donadío planteó en su investigación es que el contrato con KPI fue un disfraz del espía israelí en Colombia o pudieron celebrarse dos contratos de inteligencia, uno con el ‘cazador de nazis’ y otro con dicha compañía.
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