Durante un debate en el Concejo de Bogotá, en el que se rechazaron las objeciones parciales del proyecto de Emergencia Climática, el secretario de Hacienda del Distrito, Juan Mauricio Ramírez, anunció que la administración local busca medidas para poder aumentar el ingreso por impuestos. Esta vez, la Alcaldía de Bogotá le apunta a los propietarios de vehículos.
“Ayer la alcaldesa estaba proponiendo al Gobierno algunas fuentes que requieren modificaciones desde el nivel nacional. Se propuso aumentar la sobretasa a la gasolina y al ACPM”, es la primera de las propuestas, en la que se incrementaría el costo de los combustibles fósiles en la ciudad. Según la página del Distrito, la tarifa aplicable a la sobretasa a la gasolina motor extra o corriente en Bogotá es actualmente de 25%.
“Esta es una de las fuentes que debería explorarse como una posibilidad para lograr mayores recaudos para aumentar la capacidad de Bogotá para financiar toda esta agenda de crecimiento verde. El cobro de gradualidad sobre vehículos automotores también lo propuso (...) El tema de impuestos a hogares que tengan más carros es otra opción. También está la estrategia de etiquetado ambiental a vehículos”, explicó el funcionario.
Este paquete de propuestas, que planteó Ramírez, ya estarían en conversaciones con el Gobierno y están destinadas a los distintos servicios que requieren los propietarios de automóviles. Además, buscan una carga impositiva especial para los hogares que poseen dos carros.
“Alguien que tenga más de dos carros, por ejemplo, podría incrementarse en un 20% el impuesto a automotores cuando el propietario tiene más de dos carros, depende más del Gobierno Nacional y por eso se le hizo este planteamiento y otras que dependen de la norma distrital”, planteó, y agregó que también se busca una sobretasa a los parqueaderos. Incluso, se estudian propuestas fuera del paquete dentro del Plan de Desarrollo de la capital del país.
Concejo no aceptó la objeción de la alcaldesa
El pasado 10 de diciembre, el Concejo de Bogotá decidió rechazar las objeciones parciales que hizo la alcaldesa de la capital, Claudia López, al proyecto de Emergencia Climática. Aunque de las cincuenta estrategias planteadas la mandataria sólo está en desacuerdo con un punto del documento, el 4.13, 42 concejales votaron para rechazar su intención de modificar la cláusula de la discordia.
El punto en discusión estipula que “a partir del 1 de enero de 2022, el Distrito Capital no podrá adelantar procesos de adquisición de la flota de transporte público, cuya base de movilidad esté soportada en el uso de combustibles fósiles. Lo anterior aplica para todos los componentes de la flota zonal o troncal del transporte público”. La intención de la alcaldía, en cabeza de López, era ampliar un año más el plazo en el que empezaría a regir esa norma, es decir, que se hiciera efectiva desde el 1 de enero de 2023.
El Concejo negó el cambio de fecha de la cláusula, pero esta se encuentra sujeta a un compromiso entre la entidad y la alcaldía para que juntos concreten soluciones financieras que permitan que Bogotá adquiera solo buses eléctricos a partir de 2022. Se acordó que desde enero del próximo año, ambos organismos deben empezar a trabajar en el proyecto de financiación que funcionará como complemento al punto 4.1.3.
La concejal autora del proyecto, Susana Muhamad (Colombia Humana), desde ya propuso una idea: usar los mismos fondos económicos con los que se tenía previsto comprar buses a diesel (euro V) o a gas. “Insistimos en que primero hay que buscar una reestructuración del modelo financiero para que se haga con los mismos recursos. Hay que innovar y otras ciudades han demostrado que se puede hacer”, aseguró.
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