Carlos Cárdenas fue uno de los principales sospechosos de la muerte del joven universitario Luis Andrés Colmenares el 31 de octubre del 2010. Sin embargo, ya pasaron seis años desde que Cárdenas salió bien librado de los cargos en su contra y de acuerdo a un informe publicado recientemente, la vida de este controversial sujeto cambió del cielo a la tierra pues debido al proceso judicial y penal que enfrentó, no acabó su pregrado universitario.
El joven, quien estudiaba administración de empresas en la Universidad de Los Andes, al igual que Luis Andrés, abandonó su carrera y de acuerdo a información publicada por Noticias RCN, ahora se dedica a ayudar a su padre en una empresa familiar y ser la mano derecha de su progenitor.
El implicado en la muerte del joven guajiro demandó al Estado colombiano por daños y prejuicios. Ahora, según el informe, Cárdenas espera que el Gobierno lo indemnice o le de alguna respuesta por el tiempo que pasó, según él, injustificado, tras las rejas. Hace tres años, cuando Cárdenas emprendió la demanda contra el Estado, se conoció que el joven espera que el Estado le de un monto que oscila entre 1.500 y 2.000 millones de pesos colombianos.
“-Carlos Cárdenas- fue estigmatizado y corrido totalmente de la sociedad. (...) Si Carlos Cárdenas había tenido una relación amorosa con Laura pues, entonces, eso era un hecho indicador de que había tenido algo que ver con la muerte”, dijo a Noticias RCN el abogado Mario Iguarán, quien añadió que su defendido compartió celda con el violador de Rosa Elvira Cely en su paso de 40 días por la Cárcel La Modelo de Bogotá cuando fue acusado de “homicidio agravado y soborno”.
Por otro lado, Iguarán aseguró en el informativo que a su cliente lo acusaron una y otra vez de discutir con Colmenares el día de la muerte del joven, pero que “se demostró, con pruebas técnicas, que Carlos Cárdenas no podía estar allí en ese momento”, dijo el jurista, que también hizo referencia de que a Cárdenas lo acusaron de llevar al joven hoy fallecido “en una camioneta para asesinarlo y que, después, lo regresaron y lo colocaron en el caño”, teoría de la Fiscalía que, según el abogado, logró desvirtuarse.
En contexto sobre el caso Colmenares
El 31 de octubre del año 2010, los medios de comunicación del país informaron sobre la muerte del joven Luis Andrés Colmenares en el Parque El Virrey de la capital colombiana. Este es uno de los casos judiciales más mediáticos y controversiales en la historia de Colombia. La revista Semana hizo un análisis en el que pese a que existe un sinnúmero de material probatorio que evidencia que Colmenares no fue asesinado, sino que por el contrario, murió por un lamentable accidente, es una verdad que actualmente sigue incomodando a la familia y litigante del joven fallecido. Tampoco es una conclusión exenta de dudas.
Las pruebas que ratifican que la muerte de Colmenares fue un accidente y no un homicidio son de todo tipo: peritajes científicos, informes forenses, relatos de todos los testigos, confesiones de falsos testigos pagados y análisis de teléfonos celulares de Laura Moreno y Jessy Quintero (implicadas en los hechos).
Las pruebas repiten y confirman una y otra vez lo mismo: la muerte de Luis Andrés Colmenares fue por un accidente y no por un homicidio. Incluso, ese fue el dictamen que la Fiscalía General de la Nación emitió antes de que el caso escalara el nivel mediático que lo caracteriza.
El hecho
El 31 de diciembre del 2010, Luis Colmenares salió a celebrar la noche de Halloween con sus compañeros de la Universidad de Los Andes en uno de los sectores más exclusivos de Bogotá, exactamente en la carrera 13 con calle 84B, Zona Rosa. De acuerdo con el relato de Laura Moreno y Jessy Quintero, Laura salió a las 9:00 p.m., en su carro para recoger a Colmenares a su casa en el barrio Quirinal, pues hacía un mes estaban saliendo y quería estar con él en el bar Penthouse.
Alrededor de las 11:30 p.m. Colmenares y sus acompañantes llegaron al bar, y según recoge Revista Semana, entregaron la camioneta al servicio de valet parking y caminaron unos pocos metros hasta la entrada de la discoteca, donde se encontraron con una compañera de universidad encargada de entregarles los pases de ingreso.
Alrededor de las 2:45 a.m. la fiesta acabó y Colmenares habría salido molesto del bar por un incidente que tuvo adentro con Laura Moreno. Una vez Laura, Jessy y Luis alcanzaron la calle se encontraron frente a la discoteca con varios amigos que aún quedaban. El grupo aguardó ahí a que el servicio de valet parking trajera la camioneta de Laura.
Minutos más tarde Colmenares seguiría inquieto y molesto por lo ocurrido y de pronto, con pasos apurados, habría salido corriendo y cruzado la calle hasta el parque que está frente a la discoteca, avanzó por este en diagonal para luego tomar la calle 85 hacia el occidente.
A las 3:29 de la madrugada tuvo lugar la parte más confusa y decisiva del caso, pues según Laura, le dijo por teléfono a Jessy que tenía a Luis agarrado, de pronto que se le había soltado y que salió a correr, que ya no lo veía y gritando: “¡Se cayó, se cayó, el Negro se cayó al caño!”.
Hacia las 4:00 de la mañana, el grupo intentó encontrar al Colmenares e incluso pidió a unos policías que lo ayudaran a buscar, lo que no dio frutos pues dieron por hecho que el joven había regresado a su casa.
A las 4:19 de la mañana Jessy decidió llamar desde su teléfono al hermano de Luis para preguntar, una vez más, si él había llegado. Nuevamente el menor de los Colmenares respondió negativamente.
De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos de Bogotá, se registró una llamada de emergencia a las 4:00 a.m. en la cual se reportaba la caída de una persona dentro del caño El Virrey. Luego de 20 minutos de revisión, desde las 4:47 a.m. hasta las 5:17 a.m., el equipo de bomberos no encontró nada en el lugar señalado.
Lo extraño es que el mismo 31 de octubre, entre las 7:30 p.m. y las 8:20 p.m. realizaron una nueva búsqueda y encontraron el cadáver del joven Luis Andrés Colmenares. Oneida Escobar, mamá de Luis Andrés, había ido al parque a buscar a su hijo a las 6:00 a.m. después de que Laura y Jessy llamaran al hermano de Luis. Escobar inicialmente buscó en hospitales y estaciones de policía. En la noche, tras la insistencia de la madre del desaparecido, Oneida Escobar, los bomberos realizaron la segunda búsqueda, hallando el cuerpo de Luis Andrés Colmenares a unos 120 metros de donde Moreno dijo que Luis había caído.
“Murió por accidente y no por asesinato”
El cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal y el resultado de la primera autopsia mostró que Colmenares tenía una intoxicación por alcohol de grado 3, que apoyaba la teoría de una muerte accidental. Esta teoría nunca fue aceptada por la familia Colmenares, quien insiste que su crimen fue un asesinato.
Después de que los bomberos encontraron el cuerpo de Colmenares en un remanso -un declive en el túnel- se declaró que el cadáver estaba allí y no había seguido en profundidades del túnel. Medicina Legal entregó el dictamen de la necropsia y aseguró que en los pulmones de Colmenares había agua, lo que le ocasionó una broncoaspiración, que indicaba que el hombre respiraba cuando cayó dentro del agua. Al hacer esta aclaración, el Fiscal que tenía a su cargo el caso, declaró que Colmenares efectivamente habría caído por accidente al canal, lo que le causó una fuerte contusión en el cráneo que presuntamente lo dejó inconsciente y sin posibilidad de supervivencia. Esta afirmación no fue de agrado en la familia Colmenares.
El forense particular Máximo Duque, implicado dentro del caso Colmenares, fue el encargado de exhumar el cadáver y presentó un informe en el que aseguraba que la muerte del joven Luis Andrés no era compatible con una caída de altura (accidente) sino con homicidio. Estos argumentos, según la jueza que tomó el caso, incriminaban a Laura y Jessy, y las versiones de ellas, junto con las de diez universitarios más, eran falsas y habían llegado a un tipo de “silencio criminal”. Sin embargo, posteriormente se presentaron fotos del cuerpo y se adujo que el procedimiento del forense Duque había sido poco profesional, por lo que la jueza ordenó que el médico fuera investigado tanto disciplinaria como penalmente.
Después de un sinfín de análisis técnicos, estudios de link de los celulares, los testimoniales de los implicados, la revelación de testigos falsos y con un invaluable material probatorio, la jueza ratificó, armada en argumentos y pruebas, que Luis Andrés Colmenares falleció por una caída accidental, que lo llevó a un ahogamiento y no por un asesinato.
“A este despacho no le queda duda de que las lesiones corresponden a una caída. (...) Está probado que (la Fiscalía) recibió un proceso por fuera de la sala de audiencia, esto es, en los noticieros, los periódicos, redes sociales, que hizo ver algo que nunca se demostró en el juicio”, dijo la jurista, según revela la Revista Semana.
En el proceso, además, se ordenó la investigación de los diferentes peritos e investigadores que trabajaron con el fiscal Antonio Luis González quien contrató testigos falsos en el caso.
El dictamen que asegura que Luis Andrés murió en un accidente y no fue asesinado sigue causando controversia en la familia Colmenares. El padre de la víctima, Luis Alonso Colmenares, ha ratificado una y otra vez en los medios de comunicación del país que trabajará sin descanso hasta que se haga justicia y se demuestre que la muerte de su hijo fue un homicidio.
“Después de esta sentencia sigue habiendo impunidad, pero haré lo que sea posible para llevar esto hasta las últimas instancias, para que la justicia impere como debe ser. (...) La primera persona asesinada tanto en la familia de Oneida -mamá de Luis Andrés- como en la mía, es mi hijo Luis Andrés. Es la primera vez, nosotros no estábamos acostumbrados a eso”, dijo Luis Alonso Colmenares en diálogo con el diario El Tiempo.
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