El nuevo gerente del Banco de la República será Leonardo Villar. El economista tiene 12 años de experiencia como codirector del Emisor, entre 1997 y 2009, fue viceministro técnico de Hacienda entre 1994 y 1997 y director de Fedesarrollo entre abril de 2012 y noviembre de 2018.
El nuevo gerente llega en reemplazo de Juan José Echavarría, quien estará en el cargo hasta el próximo 3 de enero de 2021.
El nuevo gerente General se desempeña actualmente como Director Ejecutivo Alterno – OEDCE, en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es economista de la Universidad de los Andes, con maestría en Economía de la misma Universidad. Además, cursó estudios de Doctorado en Economía en London School of Economics.
Tras esta elección, la Junta Directiva del Banco de la República le agradeció a Juan José Echavarría por su gestión durante los cuatro años en los avanzó en procesos de modernización y eficiencia, y se mantuvo la reputación internacional y local de la Entidad.
El intento de Alberto Carrasquilla por llegar al cargo
En los últimos días, el actual ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, mostró interés en ser el nuevo gerente del Emisor. De hecho, su nombre estaba entre los más opcionados a ser escogido por la junta directiva del banco.
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La noticia de que Carrasquilla llegara al Banco de la República fue criticada fuertemente por el senador del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), Feliciano Valencia Medina. El parlamentario caucano advirtió de las consecuencias que para él acarrearía tener a Carrasquilla ocupando el cargo en mención.
Debido a esto, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez publicó un tweet donde defendió la labor del principal ponente de la reforma, Alberto Carrasquilla y dio a entender que para él, debería ocupar un cargo en el Banco de la República.
Leonardo Villar se posesionará en enero y tendrá un periodo como líder del emisor de cuatro años y la posibilidad de postularse a dos reelecciones, lo cual es una aspiración común para los gerentes de la banca central. Esto se justifica en que se tiene en cuenta la continuidad de la gestión como beneficiosa para la institución, por lo cual cada uno de los gerentes tendría 12 años de posible gestión.