De la reseña policial a la fama bastaron capturas fotográficas que terminaron en memes, pero el caso de los ladrones que hicieron muecas ante la Policía no concluye: según la Fiscalía, no hay material probatorio suficiente para acusarlos de robo.
Más aún: el juez de garantías que lleva el caso informó que el ente investigador descartó la hipótesis de secuestro y hurto por el mismo motivo: no hay pruebas suficientes para imputarlos por los delitos tipificados en el Código Penal.
Capturados en flagrancia mientras intentaban saltar una reja con la intención de acceder a un inmueble, los cuatro ladrones, luego de ser puestos bajo la custodia de autoridad competente los hombres no aceptaron la imputación de cargos hecha por la Fiscalía.
A saber, fue delito de hurto agravado en modalidad de tentativa.
Sin embargo, en un giro de los acontecimientos que los favoreció, el mismo juez determinó no enviarlos a la cárcel porque consideró que el peso de la prueba expuesto por investigadores de la fiscalía carecía del valor suficiente para proceder en derecho.
Lea Más: Libres, presuntos ladrones que hicieron muecas
Aunque el delegado de la fiscalía intentó convencer al juez, su argumento cuenta con un factor que, más allá de la ironía, demuestra muchas veces la firmeza de ese viejo proverbio: las buenas intenciones son piedras en el camino del infierno”.
Dijo en su alegato, el delegado que “Las reglas de la experiencia muestran que si se encuentra a tres personas armadas intentando violar la seguridad por medio de escalonamiento de una reja de vivienda es posible inferir que estas personas iban a entrar en ese inmueble a hurtar.
No existe posibilidad de que esas personas saltaran la seguridad para saludar a las personas del inmueble”, lo que no bastó para modificar la percepción del togado.
De acuerdo con el juez, el ente incurrió en apresuramiento al formular cargos, además de que descartó “a priori”, según se lee en su declaración, “otras posibilidades como matar o secuestrar, que son perfectamente posibles en este caso, pero que no se encuentra con ningún elemento que permita establecer que ésa era la finalidad”.
El argumento fue acogido por el delegado del ente acusador en la audiencia programada para imputar de cargo a los 4 hombres, infamemente populares, por lo que el juez no accedió a enviarlos a la cárcel.
Mientras los investigadores arman un caso con evidencia sólida, los individuos disfrutarán, con una sonrisa en sus labios, de libertad y, presumiblemente, regresarán a las calles a hacer sus andadas.
Un caso de descaro criminal
Acaecido el pasado 4 de diciembre, la captura de los cuatro apartamenteros por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá fue, desde su inicio, una de esas situaciones de “No te lo puedo creer”.
Ocurrida en el barrio Normandia de Bogotá, llamó la atención de los agentes del orden encontrar que los apartamenteros trepaban una reja para ingresar a la vivienda.
Con prontitud, fueron detenidos y lo que las autoridades encontraron confirmó el tipo de delincuentes que eran: Los criminales iban armados con toda una indumentaria para saquear los apartamentos: silenciadores, herramientas de construcción y cuatro armas de fuego.
Incluso la fuerza pública confirmó que los maleantes llevan un tiempo delinquiendo, sobre todo en el barrio de Engativá.
Sin embargo, al proceder a la captura y ser registrados con propósitos preventivos, los maleantes se divirtieron, cual foto de Instagram, haciendo muecas a la cámara.
Por supuesto, la reacción pública osciló entre indignación y jocosidad. Pero, para las autoridades significó una investigación interna para determinar si las fotografías, y su posterior divulgación, no había atentado contra el debido proceso.
Lea más: Balance de quemados, por pólvora en la noche de velitas en Bogotá
A lo anterior, faltaban los argumentos del juez, no por menos esperados, más inverosímiles, en un caso que supera los límites de lo risible.