Durante los últimos meses, el Parque Nacional Tayrona ha sido de protagonista de un tire y afloje en relación con la reapertura del lugar para atender turistas. Desde la llegada de la pandemia por el coronavirus al país, el parque natural cerró sus puertas, como los demás sitios turísticos, ante la cuarentena estricta, pero durante los últimos meses se ha intentando su reapertura en el proceso de reactivar la actividad económica.
En un principio, la reapertura del parque se iba a dar a mediados del mes de noviembre, situación que se retrasó ante la llegada del huracán IOTA a la zona y las afectaciones que generó en el Caribe colombiano este fenómeno natural. Entonces el parque decidió abrir sus puertas el 25 de noviembre, cuando la condición de vulnerabilidad que se había declarado en la zona se superó.
Pero las fuertes lluvias continuaron y el jefe de la reserva natural, Jeferson Rojas Nieto informó, el primero de diciembre que, por el desbordamiento de ríos provenientes de la Sierra Nevada, el parque se vio obligado a restringir el acceso de turistas en las zonas Zaino, Calabazo y Bahía Concha.
Esta última restricción ha cambiado en los último días. La semana pasada, desde Parques Nacionales Naturales de Colombia informaron que, a partir del día viernes 4 de diciembre, se permitía el ingreso de visitantes por el sector Zaino-Cañaveral y Calabazo; esto, después de que las autoridades realizaran una evaluación de las condiciones hidroclimáticas y verificaran las situaciones de movilidad de los senderos y los caudales de los ríos y quebradas del parque natural.
Ahora, el Parque Nacional Natural Tayrona deberá enfrentar un nuevo obstáculo para la reactivación de sus actividades turísticas. En las últimas horas, los indígenas de los pueblos Arhuaco, Kogui y Wiwas de Magdalena y La Guajira anunciaron que este jueves 10 de diciembre se tomarán el parque natural para reclamar por la explotación turística del lugar.
A través de un comunicado oficial, los indígenas informaron que realizarán una protesta pacífica “desde las 10 de la mañana en la Troncal del Caribe, en el acceso al Parque Tayrona conocido como Cañaveral”. El objetivo de los pobladores de la Sierra es que en el lugar hagan presencia las máximas autoridades ambientales del país para modificar las medidas de la “explotación turística” del parque.
La invitación para una reunión en el lugar el próximo 11 de diciembre fue extendida a el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa; la ministra del Interior, Alicia Arango; el viceministro de Turismo, Julián Guerrero y la directora de Parques Nacionales de Colombia, Julia Miranda, quienes, hasta el momento, no han manifestado si asistirán al lugar o no.
“Queremos llamar la atención del Gobierno nacional para que se atienda la justa inconformidad de los campesinos y de los indígenas. Es necesario proteger y conservar la Sierra Nevada de Santa Marta, es necesario proteger y conservar el Parque Tayrona, es necesario atender la solicitud de proyectos productivos y sociales para campesinos e indígenas”, destacaron en el comunicado.
Aseguraron que su inconformidad tiene directa relación con “la licitación y concesión por 23 años de esa área protegida, por no ser ambientalmente sostenible y por ser socialmente excluyente”, la cual buscan que sea suspendida.
Los indígenas, además, destacaron cinco puntos claves por los que ellos están inconformes con el modelo de negocio que explota el turismo del parque natural:
1. Reclaman que Parques Naturales está autorizado para pasar de 456 mil visitantes al año a millón doscientos visitantes, con posibilidad de aumentar. Un modelo de negocio “perverso” ante la mirada de los indígenas.
2. No apoyan la “especie de subsidio al concesionario por operar los Ecohabs”, pues según ellos se trata de una unidad de negocios independientes que ha tenido ocupaciones del 93% y que llega a tener tarifas hasta en 300 dólares la noche.
3. Calculan que el operador obtiene utilidades cercanas al 70% y aseguran que si se contratara una firma especializada en operación de taquillas se liberaría recursos que podrían ser destinados a beneficiar a los pueblos indígenas y los campesinos.
4. Según ellos, el modelo de negocio “no constituye una política de ordenamiento del turismo ni contribuye a consolidar al Magdalena como un eco-destino de talla mundial”.
5. Sostienen que el Plan de Manejo “nunca ha sido en realidad un instrumento de gestión para acciones de conservación o protección de la naturaleza”.
Por último, los indígenas solicitaron comprensión a los turistas que tenían planeado ir al Parque Tayrona este jueves y pidieron a la Procuraduría, Defensoría y Personería garantizar los protocolos para que su protesta se dé de manera pacífica.
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