Hace unos días, el canal de televisión británico Channel 4 causó revuelo cuando informó que en las próximas semanas emitiría el documental Jungle Mystery: Lost Kingdoms of the Amazon (Misterio en la Jungla: Los Reinos Perdidos del Amazonas), en el cual darían a conocer miles de pinturas rupestres de la edad de hielo encontradas en el Amazonas colombiano.
La producción, presentada por la arqueóloga y exploradora británica Ella Al-Shamahi, mostrará imágenes que se extienden a lo largo de 13 kilómetros en un acantilado del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, en La Lindosa. Los grabados indicarían la forma de vida de los humanos y su convivencia con especies extintas hace unos 12.600 años.
“No es extraño encontrar nuevos sitios de arte rupestre en áreas conocidas por este. Pero el descubrimiento es significativo porque los investigadores piensan que es el sitio de arte rupestre más importante en la Lindosa y de lugares más grandes que los cercanos como Cerro Azul.”, expresó en entrevista con el periódico El Tiempo, Ella Al-Shamahi.
Aunque las imágenes se publicarán este diciembre, el descubrimiento realmente es de 2018 y se logró gracias a científicos miembros de Last Journey, un proyecto que busca descifrar cómo los primeros humanos poblaron el Amazonas a través de distintas disciplinas como la antropología y la arqueología, y cuyo hallazgo fue dado a conocer en abril de este año.
El descubrimiento fue reportado en la revista Quaternary International, y entre sus autores se encontraban investigadores de instituciones colombianas: Gaspar Morcote-Ríos, de la Universidad Nacional de Colombia; Francisco Javier Aceituno, de la Universidad de Antioquia, Jeison L. Chaparro, de la Universidad Nacional, y de la Universidad Exeter de Reino Unido, José Iriarte y Mark Robinson.
El documento, denominado ‘Colonización y poblamiento temprano de la Amazonia colombiana durante el Pleistoceno tardío y el Holoceno temprano: nueva evidencia de la serranía La Lindosa’, señala que los descubrimientos fueron producto de una expedición en el Guaviare en el 2018.
Según El Tiempo, los investigadores, en compañía de un guía local, hallaron tres nuevos paneles de pinturas, e hicieron excavaciones con las que encontraron “dos sitios estratificados”, es decir, con rastros de material arqueológico enterrado.
“Lo que hay son unas pinturas que planteamos como potencial megafauna extinta. Esta megafauna aparece registrada tanto en paneles que ya habían sido registrados tiempo atrás en la serranía La Lindosa, por ejemplo, en Cerro Azul, como en los paneles nuevos”, explicó según el mismo diario el investigador Javier Aceituno.
Según los arqueólogos, entre las imágenes se pueden ver especies extintas como caballos prehistóricos, perezosos gigantes y mastodontes, parientes antiguos del elefante, y otros animales como peces, aves tortugas y lagartos. Además, se pueden evidenciar costumbres de la comunidad que habitaba el lugar, como danzas grupales.
De acuerdo con Aceituno, las pinturas podrían indicar que los humanos que residían en esa zona convivieron con estos animales extintos, sin embargo, esto solo podría probarse de ser encontrados registros fósiles que lo demuestren.
Además, el investigador indicó que las investigaciones en el lugar también señalaron que hay pinturas en el sector mucho más recientes de lo que se creía: de entre 7.000 y 8.000 años.
El investigador de la Universidad Nacional Jeison Chaparro le agregó al medio que estos hallazgos se dan en el marco de investigaciones que ya se venían realizando desde los 80, y en las cuales además de reportar pinturas rupestres también se identificaron asentamientos humanos.
“De hecho, varios investigadores han reportado otros nuevos paneles con pictografías en la región de La Lindosa, que aún faltan por estudiar.”, le explicó Chaparro a El Tiempo.
De acuerdo con el investigador, las primeras excavaciones se hicieron en Cerro Azul en 2015, con presupuesto de la Universidad Nacional de Colombia, y en 2017 en el mismo lugar, con dinero del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Incanh). Ese año se incorporó la Universidad de Antioquia.
Para el 2018, la Universidad de Exeter, de Inglaterra, se involucró en el proyecto, y en su vinculación se descubrieron los nuevos sitios arqueológicos de Cerro Montaña y Limoncillos.
Chaparro le explicó al periódico que estos descubrimientos e investigaciones son muy importantes, no solo para comprender qué poblaciones se asentaron en la Amazonía, sino para entender sus costumbres y, en este caso, la dieta que seguían, pues se encontraron rastros de consumo de plantas y animales.
“Estas evidencias permiten responder a preguntas de cómo fue el poblamiento de las selvas, la adaptación de estas y los recursos que debieron usar los primeros humanos de la región para incorporarse a estos bosques.”, explicó el investigador al medio.
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