Hilda Niño Farfán se desempeñaba como fiscal de Justicia y Paz cuando empezó a ser investigada por, aparentemente, haber recibido dinero por parte de narcotraficantes que buscaban ingresar y recibir los beneficios que otorgaba la ley de Justicia y Paz. Niño Farfán fue capturada en 2017 y condenada a cinco años y cuatro meses de prisión en agosto de 2020. La exfiscal, que apenas cumplirá cuatro meses de la condena, solicitó su libertad.
Bajo el argumento de que ya pagó una parte del dinero que tiene que devolverle al Estado Colombiano, cifra que asciende a los $250 millones, Niño le solicitó a un juez de ejecución de penas de Bogotá, que le devolvieran su libertad.
Según las investigaciones en contra de la exfiscal, Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera, alias El Mellizo, narcotraficante, le habría pagado $250 millones a Niño, a través del abogado Juan Carlos Restrepo Bedoya, para que se le permitiera acceder y poner su historial criminal a manos del ente de Justicia y Paz.
Gracias a Niño Farfán, Mejía logró, efectivamente, ser cobijado por la ley de Justicia y Paz, sin embargo, al descubrirse su entrada irregular, fue expulsado del ente y su caso pasó a manos de la justicia ordinaria. Ante lo sucedido, la Corte Suprema de Justicia, encargada de las decisiones frente al caso, aseguró que era “inaceptable extender la compra de membresías paramilitares a narcotraficantes para tener beneficios de Justicia y Paz”.
Miguel Ángel no actuaba solo, su hermano, Víctor, con quien conformaba la dupla criminal Los Mellizos, también estaba involucrado en acciones de narcotráfico, y tenía relación directa con paramilitares. Víctor fue abatido por la Policía Nacional en un operativo realizado el 29 de abril de 2008. Según la Fiscalía General de la Nación, los hermanos eran aliados del ex jefe paramilitar Carlos Castaño Gil, y comandaban el Bloque Vencedores de Arauca de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
A los hermanos Mejía se les unió Óscar Villa Zapata, alias La Mona, quien también le habría dado dinero a Niño con el mismo objetivo en mente que tenían Los Mellizos. Villa Zapata estaba involucrado con hechos de narcotráfico. El desenlace de Villa fue igual al de Miguel Ángel Mejía, también fue expulsado del ente de paz transicional y su caso pasó a manos de la justicia ordinaria.
Hilda Niño, quien entró en el cargo de fiscal tras la firma del acuerdo de Santa Fe de Ralito, que suscribía la paz entre el Estado colombiano y las AUC, ya había solicitado beneficios ante la ley respecto a su caso a cambio de colaborar con la verdad. Así, por ejemplo, bajo un preacuerdo, logró que su pena apenas superara los cinco años de privación de su libertad.
La exfiscal confesó y aceptó su culpabilidad por el delito de cohecho y se comprometió a colaborar con la justicia y a reparar el daño, no solo devolviendo el dinero que recibió, sino también pidiendo perdón ante la Corte Suprema.
El nombre de Hilda Niño Farfán salió a relucir también en la investigación que se abrió en contra del expresidente de la república Álvaro Uribe Vélez, acusado de manipular testigos. Según la investigación, Niño tenía información que involucraba al ex fiscal Eduardo Montealegre, y a otros funcionarios, en un complot organizado en contra de los hermanos Álvaro y Santiago Uribe.
Montealegre salió a defenderse ante las acusaciones y dijo que lo que decía el ex fiscal era una “mentira monumental” y que lo único que ella buscaba era beneficiar al expresidente y a su hermano, investigado por vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico.