El portal de periodismo de investigación Vorágine dio a conocer una carta en la cual los directivos de las Supertiendas y Droguerías Olímpica S.A amenazan con tomar medidas judiciales si se publica un episodio de la serie Mafialand, de la periodista, María Jimena Duzán, sobre el clan Char y sus vínculos con grupos delincuenciales. El documento, señala el portal, fue enviado directamente a Felipe López y Gabriel Gilinski, entonces dueños de la revista, y al presidente de la publicación en esa época, Alejandro Santos.
El proyecto de Duzán no se concretó, debido a la renuncia de la periodista a la revista Semana, pero la comunicadora aseguró, a través de su cuenta de Twitter, que desarrollará el proyecto en otro medio.
La carta, enviada el 4 de noviembre, asegura que el capítulo, que iba a ser publicado el 12 de noviembre, dos días antes de la renuncia de la periodista, “afecta el buen nombre empresarial y familiar del Grupo Olímpica”. El especial, considera Carlos Barrera Ardila, gerente y firmante del documento, viola el derecho a la honra y al buen nombre, ya que en su trayectoria el grupo se ha caracterizado por cumplir las leyes. También, asegura que la familia Char ha trabajado por el progreso y la economía en Colombia, por ello, es “totalmente absurdo que se les incluya en un especial dedicado a hablar de mafias, narcotraficantes y delincuentes.
Ardila, además, enfatiza que el derecho a la libertad de expresión debe estar regido bajo la verdad y la imparcialidad para no afectar otros principios y normas. Cita a la Corte Constitucional que le exige a los medios cierto nivel de presión y rigor “para evitar que sus informaciones sean mal comprendidas”. Asimismo, asegura que el proyecto de la periodista no contrasta la información con otras fuentes y tampoco se les ha llamado a rendir su propia versión. Por lo anterior, reitera Ardila, el Grupo Olímpica exige su desvinculación del especial que los vincula, sin fundamentos, a grupos delincuenciales y criminales, ya que su economía se vería gravemente afectada por el daño reputaciones que envenenaría la empresa.
La gravedad de las afirmaciones de la periodista, señala Ardila, radica en el daño a los menores de edad del grupo familiar, pues se verían expuestos al “estigma causado por una publicación irresponsable”. Este hecho puntual atenta contra la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y algunos artículos de la Constitución Política de Colombia. Igualmente, indica que estos nexos perjudicarían al patrimonio de la familia Char y a sus directivos que han respetado la norma y han aplicado medidas de autovigilancia para evitar sanciones de cualquier tipo.
Al final del docmuento, Ardila asegura que, de no cumplirse la petición, iniciarán acciones judiciales contra la revista “para resarcir el daño económico y moral del cual seamos víctimas”. Reitera su disposición de entregar información a los periodistas que lo requieran.
La serie Mafialand, de la periodista y politóloga María Jimena Duzán, explica cómo la nueva generación de mafiosos, menos ostentosa y más involucrada en el poder, se mueve bajo perfiles discretos, muy contrarios a la élite criminal de los 80 en cabeza de Pablo Escobar Gaviria o Gilberto Rodríguez Orejuela. En el primer episodio, la periodista sostuvo un diálogo con Juan Carlos Buitrago, general (r) de la Policía, sobre las investigaciones que lo llevaron a ser perseguido por esa “nueva generación de indeseables”, en palabras de Duzán.
Según el general (r) Buitrago, desde la época marinera, periodo durante el cual entraron grandes cantidades de dólares al país producto de actividades ilegales de bandas de narcotraficantes, existen estrechos lazos entre líderes políticos regionales, especialmente en la Costa Atlántica, y grandes empresarios que lograron construir un emporio criminal. En el episodio, además, el general señala que son propietarios de grandes cadenas de supermercados, empresarios pertenecientes a la industria del fútbol y a entidades financieras. Este anuncio, señala el portal, pudo ser el que detonó las alarmas del Clan Char para enviar el comunicado a la revista, pese a que la periodista nunca anunció quiénes estarían puntualmente vinculados a estas nuevas redes ilegales.