A 24 días de que termine 2020, los crímenes insólitos en el país no se detienen: la mañana de este 7 de diciembre, la Fiscalía imputó cargos a Jhon Fernando Silva Úsuga, quien laboraba como vigilante, por asesinar a Jesús Cueto Rojas, supervisor de la misma empresa para la cual él trabajaba, luego de que este lo descubriera robando.
Úsuga Silva fue sorprendido por su jefe mientras sustraía 135 millones de pesos de un cajero electrónico de la plaza principal del municipio de Bello, Antioquia, razón por la cual desenfundó el arma que traía consigo para disparar contra él, según un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI).
Sucedió el 27 de noviembre, día en el cual, luego de un forcejeo y tras el impacto de bala en la cabeza, Cueto Rojas, de 23 años, falleció.
“Servidores del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) establecieron que Silva Úsuga, empleado de la empresa Brinks, de Colombia, habría sustraído una llave especial de la compañía para abrir el cajero y acceder al dinero”, afirmó el ente investigador.
El 5 de diciembre, fecha de la captura, se halló el arma con el que presuntamente Silva Úsuga disparó en contra de su supervisor, pese a que no contaba con permiso para usarla.
La Fiscalía obtuvo medidas de aseguramiento para el presunto responsable de homicidio agravado, hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal, pese a que el procesado solo aceptó cargos por el último delito.
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