En medio de lo compleja que podría llegar a ser la navidad en épocas de coronavirus, la Alcaldía Mayor de Bogotá propuso una estrategia que beneficiaría a los dos actores principales de las compras populares que se hacen en diciembre: los vendedores y los clientes.
La idea es permitir las actividades comerciales durante estos días para reconfortar el año difícil que tuvieron los dueños de negocios pero, al mismo tiempo, garantizar la seguridad en la salud de los clientes y vendedores, teniendo en cuenta que, por las compras navideñas, podrían presentarse aglomeraciones peligrosas que ayudarían a los contagios masivos.
Según el plan estratégico de la Alcaldía, liderada por Claudia López, 23 zonas serán intervenidas y organizadas para que permitan las ventas formales e informales, y el tránsito ordenado de vehículos y de personas.
San Victorino, 20 de Julio, Fontibón, la carrera 10 (entre la calle 10 y 19), la carrera 13 (entre las calles 54 y 64), la carrera séptima (entre las calles 10 y 19), Santa Librada, la Aurora, los alrededores del centro comercial el Tunal, la Libertad, María Paz, El Amparo, Fontibón centro, la Gaitana, la carrera 23 (entre las calles 66 y 67), San Andresito (San José), la Favorita, el Restrepo, la Alquería, San Andresito (de la 38), Ismael Perdomo y la calle 53 (entre las carreras 21 y 28) y la Victoria, son las zonas que destaca el proyecto de la administración local.
Los 23 sectores serán monitoreados a diario para comprobar que los objetivos que tiene la alcaldía se cumplan. Las medidas surgen luego de las aglomeraciones que se habían venido evidenciando en estos sectores. La alcaldesa ya había advertido que, de no organizarse, tendría que recurrir a prohibir eventos como el madrugón, en donde cientos de personas llegan a comprar sus artículos navideños a precios bajos en altas horas de la madrugada.
Luis Ernesto Gómez, secretario de gobierno, anunció que San Victorino, que era la zona que más presentaba aglomeraciones preocupantes, ya quedaría oficialmente peatonalizada, lo que permitiría que se abra un “mayor espacio al comercio formal e informal”.
Entre los métodos de comprobación del funcionamiento de la nueva estrategia de la alcaldía, se dispusieron a la orden de la ciudadanía a 2.700 gestores de espacio público que estarán custodiando los accesos a las zonas comerciales y evitarán la aglomeración de ciudadanos.
La medida, que sólo entrará en funcionamiento durante diciembre, espera aportar en el ingreso de los bolsillos de los vendedores, según cifras de Luis Ernesto Gómez, desde el 20 de marzo hasta finales de septiembre, los comerciantes informales no pudieron salir a causa del aislamiento.
“Les vamos a ayudar a los vendedores informales, porque ha sido un año muy difícil. Pero también les vamos a exigir. El espacio público debe garantizar los derechos de todos”, afirmó Gómez.
Además de ello, el secretario trajo a colación las cifras del IPES (Instituto para la Economía Social), institución con la que ha venido trabajando para ayudar a los colombianos que se dedican a labores de venta informales, que señalan que son más de 60.000 los nuevos vendedores informales en la ciudad.
Según informes del IPES, el aumento de personas vendiendo en la calle se debe a que la mayoría de ellos perdieron sus empleos tras recortes masivos en empresas que entraron en crisis en medio de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de la covid-19.
Los habitantes de las 23 zonas, comprendidas por 15 localidades, tendrán que seguir cumpliendo con las medidas obligatorias básicas de uso de tapabocas, lavado de manos y distanciamiento social. Así mismo, recibirán los insumos necesarios para que se abran los espacios prometidos por la alcaldía entre el 6 y 7 de diciembre como explicó Libardo Asprilla, director del IPES.
Entre los insumos, además de cintas para delimitar los espacios, y los 2.700 gestores, se encuentran escarapelas, con códigos QR que otorgará la Alcaldía Mayor de Bogotá, a los vendedores que decidan hacer parte de los circuitos de compras de diciembre en medio de la pandemia del coronavirus.
Los comerciantes tuvieron que hacer una inscripción a través de la página web de la administración local la página web de la entidad para recibir esas distinciones. Las escarapelas, que son “personales e intransferibles”, tendrán dentro de sí datos personales del vendedor, entre los que está la zona y lugar asignados para ofrecer sus productos, una descripción de los productos que ofrece, y el tiempo durante el cual podrá aprovechar el espacio público.