Hace algunos meses, las constructoras MHC, Conconcreto, Castro Tcherassi y Procopalcuatro le propusieron a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) la construcción de varias megaobras que permitirán reducir el tiempo de viaje entre Medellín y Bogotá.
Con esta propuesta, las grandes constructoras del país buscan disminuir el tramo entre estas dos ciudades de ocho a cuatro horas, pues con las obras se reducirá en 30 kilómetros el viaje a una velocidad de 80 kilómetros por hora.
El proyecto, denominado Ruta del Agua, busca la construcción de seis túneles y 30 kilómetros de viaductos.
Asimismo, la propuesta también incluye la construcción de varios retornos y un tercer carril entre Medellín y Guarne y un tercer carril o doble calzada, entre Envigado-El Retiro-La Ceja y Rionegro.
Desde siempre, la carretera que conecta a las dos capitales, se ha caracterizado por sus curvas, derrumbes, sobrepasos peligrosos y exceso de velocidad de vehículos particulares que intentan sobrepaso de camiones, además de los trancones que se presentan en la zona, pues se considera una de las 40 con mayor tráfico en el mundo.
De hecho, hace unas horas se volvió a habilitar el paso vehicular en la autopista Medellín-Bogotá, que había sido bloqueado por un derrumbe en el sector de El Silencio, en el municipio de San Luis.
Asimismo, muchos transportadores de carga evitan este cruce en la noche por el riesgo constante de deslizamientos de tierra.
“Para los transportadores de carga y para los viajeros, son tediosos algunos segmentos debido a lo angosto de la vía y a las curvas cerradas que hay entre Cocorná y San Luis”, manifestó Henry Cárdenas Cruz, presidente de la Federación de Empresarios del Transporte de Carga (FEDETRANSCARGA).
Esta carretera es utilizada por unos 2.000 camiones y tractomulas al día, quienes transportan cargas industriales y de cerámica, y también alimentos.
Según Colfecar, durante 2019 se realizaron desde Bogotá hacia Medellín 64.559 viajes, que transportaron cerca de 490.000 toneladas, de las cuales, 28% pertenece a paqueteo y 20,4 %, a productos varios mientras que en el sentido Medellín-Bogotá se realizaron 33.937 viajes, con 306.000 toneladas, de las cuales, 30,3 % pertenece a paqueteo y 21,3 %, a productos varios.
Por esa razón, la propuesta de estas 4 compañías promete mucho en cuanto a seguridad y eficiencia. Otro de los beneficiarios con esta obra será el turismo, pues la complejidad de su carretera ocasiona que muchos viajeros prefieran otros destinos.
Asimismo, con corte de octubre de 2020, se han movilizado desde Bogotá a Medellín 357.000 toneladas, y desde Medellín a Bogotá 244.000.
Por su parte, la inversión para la fase de construcción sería de $3,1 billones, mientras que para la operación se busca invertir 2,8 billones durante los 40 años de la licencia.
Cabe resaltar que el monto para ejecutar la obra, lo asumirían directamente las constructoras, sin necesidad de recurrir a dineros públicos o vigencias futuras.