En pandemia, las instituciones estatales en Colombia han tenido que hacer recortes presupuestales para poder costear la necesidad más apremiante del año: la contingencia del virus COVID-19. Por esto, resultó llamativo el evento que realizó la cabeza de la Registraduría Nacional del Estado Civil, Alexander Vega, en Villavicencio.
Con la presencia de 80 personas y por cinco días, el registrador Vega convocó un viaje en el que participarían no solo funcionarios y organizadores, sino conferencistas para dictar charlas durante la estadía del equipo en la capital del Meta.
Según reveló la emisora La W Radio, en primer lugar, el evento tenía dos fines oficiales que se ajustaban al itinerario de fin de año de la Registraduría. El primero sería la reunión anual de delegados departamentales y, posterior a esto, se realizaría la rendición de cuentas del primer año del registrador al frente de la institución.
A pesar de ser fines oficiales, estos dos eventos, ad portas del segundo pico de contagios por Coronavirus, tendrían un riesgo elevado de causar contagios masivos dentro de la institución y proliferar el virus en zonas de menos concentración de casos.
Muchas instituciones han optado por realizar reuniones, para las cuales no es necesaria la presencialidad, por medios virtuales. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Meteorología de Colombia, entidad gubernamental, realizó un ejercicio de rendición de cuentas por medio de la plataforma Zoom.
Sin embargo, Vega organizó este evento de casi cien personas, el cual, según la agenda, tendría este domingo 5 de diciembre un “día cultural” en la ciudad. Según la emisora, las conferencias y los días libres estarían todos cubiertos con recursos provenientes de las arcas del Estado.
Las conferencias para “pensar como millonarios”
Otro de los puntos llamativos de la conferencia es el hecho de que tenía un fin de “inducción, capacitación y entrenamiento” para los funcionarios. Sin embargo, las conferencias tenían temáticas completamente por fuera de las labores que adelanta la Registraduría.
En la segunda jornada del viaje, se llevó a cabo una conferencia titulada “piensa como un millonario”, lo cual, en apariencia, no tiene nada que ver con el registro civil nacional o con la convocatoria y organización electoral. Otra de las conferencias fue “redes sociales: del uso al abuso”, dictada por el jefe de comunicaciones de la institución.
Las comodidades de los invitados
La emisora reveló que la convocatoria para contratar la logística del viaje al departamento del Meta tenía un valor aproximado de 350 millones de pesos. Entre las justificaciones del evento, aducen en la registraduría que optimizaría el desempeño laboral de los funcionarios y que, por medio de las charlas recibidas, se podría adelantar una labor de capacitación.
Entre los gastos, se registra el hospedaje de los invitados en el Hotel Estelar Villavicencio, categoría 5 estrellas según Cotelco, donde cuesta entre 150.000 y 170.000 la noche. Para 80 personas, una noche en el hotel estaría rondando los 12 millones de pesos. En cinco días, esta cifra asciende los 60 millones de pesos.
Aparte de los gastos de hospedaje, se ofrecieron todas las comidas del día, incluyendo un refirgerio.
Además, se hizo que los delegados de los departamentos viajaran a Bogotá. De ahí, se les transportó por tierra hasta la capital del Meta. Esto y el regreso a sus lugares de origen estuvo dentro de lo presupuestado.
El medio reveló, también, que se pidieron elementos como banderas, recordatorios, pendones, kits de bioseguridad, y maletines de tela para recordar el evento.
Según la entidad, el viaje hace parte de las responsabilidades legales de la entidad para la rendición de cuentas, evaluación de logros, fijación de políticas, planeación estratégica y articulación interinstitucional. Lo último se justifica en la asistencia del Consejo Nacional Electoral y Contraloría General de la República al evento.
El viaje en pleno pico del fiscal Barbosa
Esto recuerda el hecho de que, en la franja más estricta del confinamiento obligatorio por el virus del COVID-19, el fiscal Francisco Barbosa y el contralor general de la República, Felipe Córdoba, protagonizaron un hecho polémico en el archipiélago de San Andrés y Providencia.
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Según una investigación revelada por Noticias Uno, Barbosa y Córdoba se fueron el domingo, 29 de junio, a San Andrés y Providencia con sus familias para pasar el puente festivo. Según la versión de los funcionarios, era una visita programada para hablar sobre corrupción y seguridad ciudadana.
Entre las integrantes de la comisión del Fiscal estaba no solo su hija, sino una amiga de la misma. También se tiene en cuenta que Barbosa era jefe de la esposa del contralor, quien renunció a su cargo días después del escándalo. En un giro más alarmante de la historia, la esposa del fiscal también registraba como subalterna del contralor.
Si bien viajaron como funcionarias de las entidades, el hecho, que muchos tildaron como un “paseo familiar” y un mal ejemplo para la población confinada, llamó la atención de los medios nacionales.
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