A ritmo de música folclórica y vallenatos, después de 26 años de espera, incertidumbre y angustia, se entregaron hoy los restos de Gloria Robles Sanguino, madre de la lideresa fundadora del colectivo femenino Narrar para Vivir y defensora de derechos humanos en los Montes de María, Mayerlis Angarita, relató El Espectador.
A través de un acto de entrega digna celebrado por el fiscal seccional 217 de la Dirección de Justicia Transicional de la Fiscalía General de la Nación, Miguel Durango Villadiego, quien en declaraciones para el diario calificó el momento como un “espacio de agradecimiento para la familia Angarita Robles, que en su papel de víctimas fueron fuertes y resistieron un dolor por muchos años que no se puede describir”.
Y es que la familia Angarita Robles tuvo que atravesar un proceso largo y profundamente doloroso. Como relata la lideresa, su madre desapareció en octubre de 1994 durante un viaje entre Carmen de Bolívar –a donde habían llegado desplazados desde San Juan Nepomuceno– y Montería.
Cuando Gloria, de 35 años, no regresó, Mayerlis (13) y su hermano John James (17) se pensaron abandonados. Sin embargo, el tiempo fue confirmando lo que sucedió realmente: Robles había sido víctima de desaparición forzada por parte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que por esa época ejecutaban las mal llamadas “limpiezas sociales”.
La confirmación del hecho llegó en 2005, con el testimonio del exparamilitar Agustín Sánchez en 2005 ante Justicia y Paz, quien declaró que el cuerpo de la madre de Angarita se encontraba en San Pedro de Urabá, Antioquia, en la finca El Caimán, junto a dos fallecidos más.
El cuerpo, sin embargo, no sería exhumado por la Fiscalía y Medicina Legal sino hasta 2011. Dos años después, la familia de Gloria, que no tenía conocimiento de los hallazgos de la Fiscalía, decidió detener su búsqueda. “No podía más con el dolor, tenía que continuar con mi proyecto de vida”, le dijo Mayerlis a El Espectador.
Luego de muchas peripecias, legales y personales, la vida de los Angarita Robles volvió a cambiar a inicios de este año, cuando Medicina Legal se comunicó con la lideresa para comentarle sobre la posibilidad de que uno de los cuerpos correspondiera con el que ella buscaba. La espera, entonces, se extendió hasta el pasado 31 de julio, cuando el fiscal Durango la contactó de nuevo para confirmarle que el cotejo genético que se había realizado con el cuerpo lo confirmaba. Efectivamente era Gloria.
Como con los exámenes, la pandemia también retrasó la entrega de los restos, que finalmente se dio en la tarde de este 4 de diciembre. Al encuentro, agregan desde el periódico, asistieron Mayerlis, sus hijos, su hermano, su padre, su tío, sus sobrinos y amigos más cercanos. Fue una ceremonia emotiva, musical, que arrancó en el Club Los Catorce y terminó en un panteón cercano a la entrada del cementerio municipal de su natal San Juan Nepomuceno.
Como el de Gloria, El Espectador recordó que existen otros 141 cuerpos identificados en poder de la Fiscalía, que esperó a que la pandemia mermara para poder entregarlos. Mientras tanto, la lucha de Mayerlis continúa: además de lideresa, es abogada y está amenazada, sin embargo, continúa trabajando por las mujeres de Montes de María. También quiere descubrir las causas detrás de de la desaparición de Gloria.