Los 5 de Llano Verde. Fiscalía dice que jóvenes fueron perseguidos y sometidos antes de ser asesinados

Con dos capturados, que no aceptaron cargos, y el presunto asesino prófugo, se cumplen cuatro meses de la masacre en el oriente de Cali.

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Familiares de las víctimas de la masacre de Llano Verde, sostienen hoy retratos suyos durante un acto conmemorativo, en Cali (Colombia). EFE/ Ernesto Guzmán Jr
Familiares de las víctimas de la masacre de Llano Verde, sostienen hoy retratos suyos durante un acto conmemorativo, en Cali (Colombia). EFE/ Ernesto Guzmán Jr

En el escrito de acusación de la Fiscalía contra Juan Carlos Loaiza Ocampo y Jefferson Marcial Angulo Quiñonez, los dos hombres señalados de participar en la masacre de Llano Verde, el pasado 11 de agosto donde murieron cinco menores de edad, se lee que “se asignaron roles, se distribuyeron tareas, se hicieron aportes esenciales que se ejecutaron y consumaron; pues los menores fueron perseguidos, encerrados, sometidos y asesinados con arma de fuego”.

Los crímenes por los que se les acusa son: fabricación, porte y tráfico de armas de fuego o municiones y homicidio agravado por la muerte de los menores Leyder Cárdenas, Jair Andrés Cortés, Juan Manuel Montaño, Jean Paul Perlaza y Álvaro José Caicedo.

Aunque los implicados no aceptaron cargos, Elmer Montaña, abogado de uno de los menores, dijo a El País que las pruebas que presentó Medicina Legal son suficientes para que se les impute el delito de tortura.

“Extrañamos que la Fiscalía no les haya imputado y acusado también por el delito de tortura pese a que existen constancia de Medicina Legal en el sentido que dos de los jóvenes asesinados habían sido torturados”, sentenció el abogado.

El diario valluno recogió los perfiles de los dos presuntos culpables Jefferson Angulo trabajaba como operario de máquinas en AIRO, una empresa de ingeniería que realizaba obras en el jarillón del rio Cauca (un dique o barrera para evitar inundaciones). Juan Carlos era vigilante de la empresa Control interno y Transporte, que estaba contratada para cuidar las máquinas y acompañar a los ingenieros de las obras de AIRO. Estas se estaban llevando a cabo en la finca donde hallaron los cadáveres de los menores de edad.

Por ahora, Gabriel Alejandro Bejarano, alias ‘El Mono’, quien sería el directo asesino, está fugado. Las autoridades ofrecen una recompensa de 20 millones de pesos por brindar información que lleve a su captura. Los dos hombres capturados dijeron nate el juez 25 de control de garantías de Cali que él habría cometido el crimen.

La noche del crimen

Según relatan sus familiares, los jovenes salieron desde muy temprano el 11 de agosto de 2020. Hacia las 6 de la tarde, un niño le preguntó a la hermana de Jair Andrés Cortés si él ya había llegado, pero ella le dijo que no. Al cuestionarle por la pregunta, este le dijo que habían ido al cañaduzal pero que él se devolvió y ellos siguieron. Ante esta situación ya varias de las madres se reunieron y fueron al cañaduzal a buscarlos. “Había una casa blanca. Cuando comenzaron a ver todos los celulares alumbrando, apagaron el bombillo. Nosotros duramos casi 15 minutos llamando y no salía nadie”, le dijo la mujer a Publimetro. Al parecer Bejarano le habría disparado a los jóvenes pensando que eran ladrones.

Al gritar que llamarían a la Policía, salió un hombre “tembloroso, sospechoso y asustado” a decir que no había visto a nadie. Luego llegaron los policías quienes estaban buscando a otras personas, pero ya juntos se encontraron la escena. Los cuerpos, según el padrastro de una de las víctimas mortales, estaban dispuestos a ser sepultados, para no dejar rastro del crímen. Esto se dio a las 8:50 de la noche.

Llano Verde es un barrio en el oriente de Cali, el sector está conformado por varias familias víctimas del desplazamiento forzado.

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