Colombia, a la vanguardia de la protección medioambiental en la región andina

Liderada por el país durante el ejercicio de su presidencia pro tempore y como un objetivo cumplido durante su mandato, el presidente Iván Duque presentó para sus homólogos de Bolivia, Ecuador y Perú, la Carta Ambiental Andina.

El documento, cuyo espíritu consiste en proteger la biodiversidad de los paises miembros de la entidad multilateral, así como establecer acciones conjuntas para el equilibrio de sus ecosistemas, fue lanzado virtualmente desde Leticia, a través de un encuentro con los mandatarios, en donde Duque subrayó los valores únicos de los países signatarios: “Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia son países ricos en biodiversidad, son países ricos en ecosistemas de alta montaña, son países ricos en flora y fauna”, a lo que agregó que éstos, pese a no emitir valores significativos que desequilibren la atmósfera, sí son quienes más sufren de los rigores del cambio climático.

Definida como una hoja de ruta para un verdadero compromiso en la protección de los ecosistemas y el desarrollo sostenible en la región, Duque subrayó que este documento fortalecerá la relación multilateral en la lucha contra el cambio climático, al permitir bloques de países unidos en un frente común, como lo es la protección del medio ambiente.

Es de subrayar que en los territorios de los países signatarios se concentra un importante porcentaje de la biodiversidad planetaria, especialmente en la Amazonia compartida entre Colombia, Perú y Ecuador, además de contar con diversos pisos térmicos en los que confluyen ecosistemas únicos como el paramuno o las nieves perpetuas.

Por lo anterior, una acción mancomunada entre países, permitirá, de cara al futuro, cumplir con las distintas agendas de biodiversidad que aspiran a reversar o mitigar el cambio climático antes de la fecha límite de 2030.

Acompañado de los ministros de relaciones exteriores de los países de la Carta Ambiental Andina, el presidente colombiano hizo un llamado a acelerar la transición energética bajo los criterios de reciclaje y reutilización de las energías limpias, cuyo impacto en las ciudades sería clave para un crecimiento sostenible de éstas.

El secretario de la CAN, Jorge Hernán Pedraza, valoró el esfuerzo conjunto de los países de la zona, relacionando crecimiento sostenible con agenda política:”Estoy convencido que nuestros aparatos productivos podrán seguir creciendo, generando bienestar a la ciudadanía y manteniendo políticas ambientales concurrentes con el cambio climático”.

La Carta Ambiental Andina, a diferencia del Tratado de Escazú, empantanado en discusiones en los diferentes legislativos del continente, cuenta con tres apartados en los que expone claramente metas, principios y acciones para defender el bioma y los ecosistemas de la región norte y centro de Sudamérica.

Además establece pautas para la educación medioambiental de generaciones posteriores a la implementación de la carta, así como apunta a una serie de acciones transversales para dar cuenta del impacto de fenómenos como pandemias y otro tipo de amenazas coyunturales.

Dota de herramientas para la protección, así como la gestión, de los recursos hídricos, y establece metas de cumplimiento en preservación y sostenibilidad para los países signatarios a 2030.

Para finalizar, la Carta vincula la gestión tecnológica para permitir el monitoreo de los recursos ambientales de los países andinos, como un paso en la construcción de registros históricos que sirvan para detectar riesgos y establecer alarmas tempranas que mitiguen amenazas ambientales para la región.

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Esta plataforma, según el secretario general Pedraza, tendrá por nombre Plataforma Tecnológica Ambiental Andina, y se espera su pronta implementación en la Amazonía.