Victoria Eugenia Henao creció en un barrio humilde de Envigado y fue en ese entorno en el que conoció al que sería su futuro esposo y padre de sus dos hijos, Pablo Emilio Escobar Gaviria, por ese entonces, 1973, un joven que apenas empezaba a dar sus primeros pasos con el tráfico de estupefacientes.
Él, de apenas 24 años y ella, una niña de apenas 13 años y hermana de uno de sus mejores amigos, Carlos Mario Henao Vallejos. A pesar de la diferencia de edad se casaron tres años más tarde, el 29 de marzo de 1976. Once meses después nació Juan Pablo, el primero de sus dos hijos. El segundo, una niña llamada Manuela, llegaría en 1984.
Junto a Pablo Escobar, La Tata, como era conocida por sus familiares, vio cómo crecía el poder del narcotraficante, que logró ser uno de los hombres más peligrosos y poderosos de Colombia.
Escobar murió el 2 de diciembre de 1993, a los 44 años, rodeado por sus enemigos, solo y acorralado, mientras trastabillaba descalzo por los tejados de una casa de Medellín. Uno de sus los policías que participó en el operativo en el que se le dio de baja (aunque su hijo sostiene que se suicidó de un balazo detrás de la oreja), posó junto a sus compañeros con un pedazo de bigote de Escobar, como un trofeo de guerra.
En una entrevista exclusiva que le concedió Victoria Eugenia Henao a Infobae en 2019, reveló detalles de ese día que marcó su vida para siempre.
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Tras caer Escobar, sus enemigos querían matar a su hijo, pensando que podía ser el heredero, contó la viuda.
“Les dimos todo lo que teníamos, negociamos. Pero la vida que llevó mi hijo les demostró que iba a estar del lado del bien, nada de guerras ni de seguir el legado sangriento de su padre”, aseguró Henao que ahora se llama María Isabel Santos.
Sobre su libro Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar, publicado en 2018, comentó que estaba muy enojada con su esposo en medio de su proceso de catarsis e introspección cuando escribía: “Sentí mucho dolor y muchas veces le preguntaba: ‘¿Qué significaba cuándo me repetías tantas veces que todo lo que hacías era por tu familia?’”.
La viuda de Pablo Escobar además confesó que, luego de la muerte del narco, quedaron algunos saldos pendientes con otros narcos y no por deudas sino por venganzas. Cuenta Henao que la obligaron a tener una reunión con ellos y a entregarles varias propiedades, hasta las que habían sido incautadas por el Estado.
Así lo relató la mujer, quien aseguró que los cobros que le hicieron por la deuda de Pablo Escobar con otros carteles ascendía a más de 120 millones de dólares. Según cuenta la mujer, el pago de esta suma aseguraría que no la mataran a ella ni a su familia. Los encargados de cobrar dicho dinero le exigían el pago como perdón a todo lo que habían gastado en la guerra con él y por los daños y perjuicios que este les causó con secuestros, asesinatos, daños a sus propiedades, entre otros.
Henao cuenta que le tocó entrar en una negociación con “los principales capos del narcotráfico en Colombia”, entre ellos los jefes del cartel de Cali, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, José ‘Chepe’ Santacruz y Hélmer ‘Pacho’ Herrera. Ese proceso empezó en febrero de 1994 y duró por lo menos, ocho meses, hasta que la mujer pudo pagar el saldo total. Varias de las reuniones se hicieron en sedes del club América de Cali.
Cuenta Henao:
“La reunión fue larga y tediosa, porque se dedicaron a escoger uno a uno los 62 bienes incluidos en la lista que llevé. Pero a diferencia de nuestro primer encuentro, me pareció otra buena señal que aceptaran recibir el 50 % de la deuda en bienes incautados y el restante porcentaje en propiedades listas para comercializar, eso sí, libres de apremios judiciales. Eso de apropiarse de bienes ‘emproblemados’ tenía una explicación: sus conexiones en las altas esferas del Estado les ayudarían a ‘lavar’ los bienes de Pablo, dejando por fuera a sus herederos. Lo que evidentemente sucedió”.
Victoria Eugenia Henao cambió su nombre legal por el de María Isabel Santos Caballero y se trasladó con su familia a Argentina. Desde allí lleva una vida tranquila como escritora y conferencista. Además, dice en su cuenta de Instagram que es especialista en coaching ontológico.
En su cuenta de Instagram la viuda de Pablo Escobar tiene más de 187 mil seguidores.