La pandemia de COVID-19 obligó a los colombianos a repensar nuevas formas para movilizarse. La bicicleta, desde que inició la emergencia sanitaria declarada por el Gobierno Nacional, se convirtió en aliada de los capitalinos que se dirigen a sus trabajos. Sin embargo, así como aumentó el uso de las ciclas como medio de transporte, los robos, asesinatos, violencia y diversos flagelos a quienes las conducen, se está convirtiendo en el pan de cada día en Bogotá.
El panorama es tan crítico que, incluso, a la Secretaría de Seguridad del gobierno de Claudia López la situación se le salió de control. Su director, el secretario Hugo Acero, reconoce que en este momento la fuerza pública de Bogotá no tiene las normas y medidas correctivas para controlar la situación.
Los robos de bicicletas en la capital del país van en un dramático aumento. De acuerdo con informes de la Secretaría de Seguridad, desde inicio del 2020, a octubre, se han denunciado al menos 9.021 casos de robos a bicicletas (2.432 más en el mismo periodo de 2019) .
La cifra de asesinatos es lamentable, al 31 de octubre del presente año se han reportado 12 casos más que los 830 registrados en 2019. Esto significa un incremento del 1%, que parece pequeño, pero es considerable si se tiene en cuenta que este era un porcentaje que venía disminuyendo en los últimos años y que se dio durante el momento de aislamiento obligatorio.
Uno de los hechos que más reprochan las víctimas de hurto y los familiares de los ciclistas fallecidos, es que los responsables de estos delitos no reciben ‘todo el peso de la ley’.
“Yo no creo que vayan a hacer nada. Como mucho irán detrás de los tipos que lo agarraron, los meterán presos como uno o dos meses, les darán casa por cárcel como han hecho con muchos. Pero los delincuentes siguen haciendo sus fechorías”, denuncia en diálogo con el diario El Tiempo, Nísber González, prima de Kevin Ardilla, el ciclista de 24 años que falleció el pasado 19 de noviembre cuando intentaron robarle la bicicleta que conducía.
Las declaraciones de Hugo Acero con respecto a quienes se roban las bicicletas generaron todo tipo de reacciones por parte de la opinión pública. El secretario de Seguridad de la capital colombiana asegura que “el monto de una bicicleta no da para tener a una persona privada de la libertad”. Sin embargo, aclara que solo se judicializa a los criminales si “ha tenido que ver con lesiones o algunas personas con homicidios”. Pese a que reconoce que no se arresta a los criminales si no han cometido lesiones físicas, anunció que “hemos detenido a más de 650 personas este año, hay bandas tras las rejas o privados de la libertad”, dijo Acero.
Trabas en la judicialización
En el caso de Kevin, el ciclista y domiciliario antes mencionado, la Secretaría de Seguridad asegura que aún no se sabe si el homicidio del joven se debió a un hurto. Sin embargo, dicen que tomarán cartas en el asunto.
El principal inconveniente para judicializar a un ladrón de ciclas es que, hasta el momento, no hay forma de identificar plenamente a su propietario de la bicicleta, como sí puede hacerse con un carro o una moto mediante marca, placa o número de serie.
Pese a esta situación, el Distrito anunció que busca estrategias para contrarrestar este fenómeno que azota cada vez más a los bogotanos. Es más, en localidades como Usaquén, Kennedy y Engativá (lugar con más hurtos de estos medios de transporte) se adelantan estrategias de marcación de ciclas y así darle “un golpe” a los maleantes. De igual forma, la Alcaldía de Bogotá adelanta un registro digital mediante la Secretaría de Movilidad y se propone que todas las ciclas vendidas posean un registro al salir del almacén en el que se compraron.
“La Secretaría de Seguridad dijo que tenía más de 250 bicicletas recuperadas este año, de ellas entregadas a sus dueños no sabemos cuántos, porque es difícil, porque no sabemos cómo enlazar una denuncia con el usuario y una bicicleta con su dueño, esos esfuerzos son plausibles”, afirmó Fabián Munar, del colectivo Súbase a la bici.
El Distrito anunció que ya tiene identificadas a varias bandas criminales dedicadas al hurto de bicicletas. Además, reconocieron que habrían desmantelado a grupos delictivos que robaban estos medios de transporte en Soacha, Bosa y Ciudad Bolívar.
“Vamos con un inspector de policía, y van funcionarios nuestros y verificamos la procedencia de los bienes, de bicis y repuestos, marcos y demás. De cinco establecimientos tres estaban bien, todo en regla, sin problema. Cerramos dos porque no lograron identificar la procedencia del vehículo. Había una que estaba a la venta afuera y no dio documentos ni nada y tocó cerrar este establecimiento”, dijo el secretario de Seguridad.