La mañana de este jueves, la Procuraduría General de la Nación comenzó con la lectura del fallo en el que se sanciona a los siete uniformados del Ejército Nacional sindicados de abusar sexualmente de una niña indígena embera chami, el 21 de junio de 2020, en el municipio de Pueblo Rico, Risaralda.
Aunque a mediodía no había culminado la lectura, la sanción disciplinaria, al parecer, sería la máxima: destitución e inhabilidad para ocupar cargos militares por 20 años,
El fallo se da seis días después de que el apoderado de la menor de 12 años pidiera un castigo ejemplar para los uniformados, alegando que habían actuado en contra de la ética y el honor militar.
Los soldados vinculados al caso y que hoy fueron destituidos e inhabilitados son Juan Camilo Morales Poveda, Yair Stiven González, Luis Pérez Holguín, Juan David Guaidi Ruíz, Óscar Eduardo Alzate, Deyson Andrés Isaza Zapata y Luis Fernando Mangareth Hernández.
También se dio luego de que el proceso disciplinario se hubiera suspendido, el 3 de noviembre, debido a una tutela interpuesta a la Procuraduría por parte de la defensa de los soldados, en la que, se denunciaba, no se había garantizado el derecho al debido proceso.
Luego del fallo de la tutela, los militares presentaron pruebas ante juzgado 26 penal del circuito de Bogotá que al inicio de la investigación no habían mostrado, factor que retrasó el desarrollo de las audiencias posteriores y desató inconformidad e indignación por parte de la comunidad indígena presente en Bogotá.
Hoy, a falta de sanciones penales sobre el caso, se avanzó en la sanción disciplinaria, al menos en primera instancia, por parte del Ministerio Público.
Así sucedieron los hechos
Los hechos se dieron el 21 de junio, cuando la niña, según le narró al médico encargado de su caso, Campo Elías Ochoa, fue a recoger guayabas cerca de donde se encontraban los siete soldados acusados de abusar sexualmente de ella.
De la niña se sabe, según el médico que tomó su testimonio hace un mes, que se encuentra en un estado físico y mental estable. Los soldados, antes de la detención del proceso por la tutela, se veían incriminados en situaciones que agravaban el crimen en contra de la menor.
En una de las últimas audiencias, se conoció que algunos de los soldados responsables del abuso sexual habían llamado por celular a otros para participar en la violación de la menor, ocurrida en Pueblo Rico (Risaralda).
“Al ratico llegaron los otros soldados, eran 9 personas, todos tenían uniforme de soldado, yo solo pude verle la cara a tres de ellos, como era oscuro no veía muy bien (...). Uno de ellos me tapó la boca para que no gritara, ellos me decían que no le dijera a nadie, que eso era un secreto”, declaró la menor.