Santiago Uribe: el caso de los 12 apóstoles sigue vivo

Este martes, la Fiscalía decidió archivar el caso en el que se investigaba al ganadero Santiago Uribe Vélez por, presuntamente, financiar el frente Suroeste de las Autodefensas Unidas de Colombia. Sin embargo, al hermano del expresidente Uribe le queda su caso principal: Los Doce apóstoles, por el que volverá a los tribunales en enero de 2021.

El caso por el frente Suroeste se venía adelantando desde el 2017, cuando el Tribunal Superior de Medellín compulsó copias a la Fiscalía para investigarlo, basado en testimonios de algunos ‘paras’ que decían que Uribe hacía aportes para que se movilizaran por la región de Angelópolis, Amagá y Titiribí en el departamento de Antioquia.

Ahora, el fiscal 128, encargado del caso, dijo que “no se estableció que el señor Santiago Uribe Vélez se hubiese reunido con integrantes de esa organización ilegal, ni que se hubiese concertado con estos para acordar una suma de dinero a manera de contribución”. Además, afirmó que no hay certeza de las supuestas contribuciones por parte de civiles a la organización ilegal. Esto deja a Santiago Uribe solo con el caso de Los Doce apóstoles, por el que se le acusa de haber creado esta organización paramilitar. También se le señala por el asesinato de Camilo Barrientos Durán, en 1994 en Yarumal, Antioquia.

Uribe viene siendo interrogado desde 1997, según el portal Verdad Abierta, por este caso. En esa ocasión fue por hechos de homicidios, secuestro y extorsión que se dieron entre 1993 y 1994 en Yarumal y Santa Rosa de Osos. Dicho proceso se archivó en 1999.

Sin embargo, el proceso se volvió a abrir cuando llegaron nuevas pruebas en 2010. El mayor retirado de la Policía, Juan Carlos Meneses Quintero, contó que él llegó a hacer un relevo en Yarumal en 1993. La persona que salía del cargo era de apellido Benavides y este le dijo que debía apoyar un grupo que hacía limpieza social, comandado por Santiago Uribe Vélez, hermano del entonces senador Álvaro Uribe Vélez.

Incluso Benavides le presentó en persona a Santiago Uribe, quien le dijo que el grupo (Los Doce Apóstoles) “le va a dar mucha información y liberar la zona cuando usted lo necesite”, por lo que se acordó que la Policía los iba a encubrir. Además, el hermano del expresidente Uribe le dijo, según el testimonio, que tenía el apoyo de los comandantes de la Policía del departamento y amigos a nivel nacional.

Verdad Abierta menciona que, en su testimonio, Meseses afirmó que mientras colaboró con Uribe Vélez nunca se le llamó al grupo Los Doce Apóstoles, que el nombre se lo asignaron los medios de comunicación cuando se conoció que habría un sacerdote dentro la organización criminal. Este clérigo sería Gonzalo Palacio, quien fue señalado de comandar el grupo paramilitar, ser un informante y esconder el armamento que la Policía, al parecer, les suministraba, y estigmatizar a la guerrilla desde su iglesia. Sin embargo, su procesó no avanzó y se le desvinculó del caso en 2001.

Meneses afirmó que Santiago Uribe le mostró cómo entrenaba a “los muchachos” en su finca y que había todo tipo de obstáculos de entrenamiento militar. Agregó que ese día le mostró una lista de las personas que iban asesinando y que le dijo: “cuando Álvaro sea gobernador nos va a ir mucho mejor”, ya que en ese momento su hermano aspiraba ese cargo mientras era senador.

Salvatore Mancuso, exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) también dijo ante Justicia y Paz que Santiago Uribe era el jefe de ese grupo armado, pero no especificó nada más.

El próximo 26 de enero de 2021, se reiniciará el juicio por Los Doce Apóstoles contra el ganadero antioqueño, quien fue llamado por primera vez al estrado en junio de 2017, y donde ya se pronunciaron los testigos de las partes, la Fiscalía, la Procuraduría y el representante de víctimas. En esta nueva ocasión, el turno será para la defensa de Santiago, en cabeza del abogado penalista Jaime Granados, quien también lleva el proceso de Álvaro Uribe.

Después de esos alegatos finales, el juez tendrá que tomar la decisión si absuelve al ganadero, como lo pide su defensa o lo condena por los hechos.