“Ningún padre debería enterrar a sus hijos”, dice el comentario popular. Pero si hay algo peor que sepultarlos, es matarlos, todavía más si se da de forma accidental. Le sucedió el martes 24 de noviembre a un padre, en el departamento del Cesar.
Ese día, como de costumbre, el papá del menor de un año de edad acudió al parqueadero en el que deja su vehículo, en el barrio Fray Joaquín, del municipio de La Paz. Sin embargo, solo un instante después de acelerar el carro para sacarlo del garaje, tuvo que detenerse.
El pequeño, de acuerdo con el reporte de las autoridades, estaba jugando en la parte de atrás del automotor, cuando su padre, sin percatarse, comenzó a dar reversa.
Luego de sentir el impacto y detenerse, el papá recogió al pequeño y se dirigió a Valledupar, la capital del departamento, para llevarlo a un centro médico, no obstante, el menor falleció en el camino.
Lo que dijeron los médicos en la clínica es que el deceso, al parecer, fue consecuencia del trauma craneoencefálico tras el golpe. La Policía, sin embargo, está ahondando en el porqué del accidente que tiene consternado el municipio.
A la familia, devastada por la tragedia, se acercó un equipo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), para brindar acompañamiento, informó el periódico El Heraldo.