Fedesarrollo y ANIF consideran que el salario mínimo no debe subir más de 26.330 pesos

Los centros de pensamiento se han pronunciado en el marco de la polémica por el alza del mínimo legal. Sindicatos sostienen que monto debe superar el millón de pesos.

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EFE/Carlos Ortega/Archivo
EFE/Carlos Ortega/Archivo

Fedesarrollo y ANIF, centros de pensamiento especializados en estudios económicos, se pronunciaron oficialmente acerca de una polémica que viene creciendo por las diferencias entre los gremios empresariales y las centrales sindicales: el salario mínimo para 2021, después de un año de crisis.

La Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo, Fedesarrollo, se pronunció acerca de lo que considera prudente subir del salario mínimo. En esta oportunidad, por la crisis económica desatada por el COVID-19 que resultó en la primera recesión en 20 años, el centro de estudios propone un alza mucho menor que la del año anterior.

Según la institución este aumento debe estar entre el 2% y el 2,5%. Esto quiere decir que del salario mínimo del año anterior, de 877.803 pesos, solo se aumentaría entre los 17.556 pesos y 21.945 pesos. Con esta propuesta, el salario mínimo se aproximaría a los 899.759 pesos en 2021, sin contar el auxilio de transporte.

Según Luis Fernando Mejía, director de esta entidad, un aumento mayor al planteado resultaría en una dificultad para la recuperación económica del país, que tendrá lugar el próximo año. Además, tendría impacto directo en la capacidad de las empresas de generar más empleos, recuperando los perdidos durante el confinamiento estricto en pandemia.

El líder de Fedesarrollo afirma que aumentos superiores a los elementos tendrían impacto en perjuicios importantes, en especial, en las personas en estado de vulnerabilidad. “No hay que olvidar que estábamos en un terreno muy difícil con una tasa desempleo por encima del 16% y por otro lado que todavía continuamos con tasas de informalidad altas”, expresó.

Mejía argumentó que tuvo en cuenta los factores de inflación y producto interno bruto del país (PIB). El último, según pronósticos del DANE, proyecta terminar sus valores de 2020 en números negativos.

Por otro lado, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) el incremento que debería ser aplicado debe estar entre el 2% y el 3%, 0,5% mayor que el tope que propone Fedesarrollo. Sin embargo, este último equivale a 26.334 pesos con respecto al monto actual. Es decir, tendríamos un aumento hasta 904.137 pesos, sin contar el auxilio de transporte.

El aumento de 2021 será mucho menor que el de 2020, si se mantiene la propuesta de los centros de pensamiento económico. Para el presente año, el Gobierno acordó subir el salario mínimo un 6%, equivalente a un aumento de 51.686 pesos al salario de 2019, 828.116 pesos.

Lo que piden los sindicatos

La aspiración de las centrales sindicales es mucho mayor a la propuesta por los expertos. La CUT, CGT, CTC y centrales de pensionados sostienen que el aumento del salario mínimo debería llegar al millón de pesos, es decir, a un aumento cercano al 14%.

En un comunicado, el Comando Nacional Unitario expresó otras pretensiones, adyacentes al aumento del salario como un auxilio de transporte de 120.000 pesos; la definición de renta básica para los millones de familias que carecen de ingresos y empleo; perdurabilidad de un salario mínimo con prioridad a las familias menos favorecidas; subsidio del gobierno a la nómina de micro, pequeñas y medianas empresas; y formalización de empleos, especialmente para el sector de la salud.

“Bajo la anterior propuesta, consideran las Centrales Obreras y de pensionados, se daría un paso real y definitivo en el proceso de reactivación de la economía luego de la caída generada por la crisis sanitaria y económica, a niveles nunca antes vistos y que según las cifras del DANE está intimamente ligada a la caída del consumo de hogares”, comunicó la organización en un documento. Agregó también que será la única oportunidad real para la reactivación “metiéndole dinero al bolsillo de los colombianos, preferiblemente a los sectores de menores ingresos y a quienes no los tienen”.

El 30 de noviembre será la fecha en la que inicien las conversaciones del Gobierno nacional y las centrales obreras. La delegación del Gobierno estará conformada por el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, y el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. También estará presente el Banco de la República y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

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