El territorio geológico colombiano cumple 1.810 millones de años

El territorio geológico colombiano tiene cerca de 2.000 años de antigüedad, según la obra The Geology Of Colombia, un trabajo académico escrito por geólogos nacionales y extranjeros que brindan detalles inéditos de la historia de Colombia antes de ser la nación que conocemos.

Las rocas, como lo define la publicación, pueden indicar qué tan antiguo es un territorio y pueden revelar etapas en el tiempo que no pueden ser documentadas por el ser humano. Por medio de sedimentos, ríos, montañas, valles, fósiles y columnas montañosas que enmarcan cuerpos acuáticos, se pueden extraer muestras que evidenciarían la historia oculta del territorio geológico colombiano.

Según Mauricio Ibáñez, PhD en geoquímica de la Universidad de Arizona, quien escribió dos capítulos de la obra, el material rocoso más antiguo del territorio nacional se encuentra en el oriente colombiano. De acuerdo a los hallazgos del estudioso, las muestras tomadas de dicho territorio son aún más antiguas de lo que se pensaba anteriormente. Las más longevas están sobre el río Inírida y en el río Atabapo, en dirección al oriente.

Estos hallazgos se han dado a raíz de la aplicación de nuevas tecnologías aplicadas a la disciplina. Según el editor en jefe de la publicación, el geólogo Jorge Gómez Tapias, entre ellas están “las nuevas técnicas de geofísica instaladas en aviones que recorren el territorio han revelado estructuras, edades y otros componentes geológicos de importancia científica”.

A pesar de haber estudiado a fondo 60 muestras correspondientes al territorio colombiano, Ibáñez le aseguro a El Espectador que esto solo comprendería el 70% del territorio nacional. Según el geólogo, “falta mucha región por descubrir”.

Según el documento, los primeros seres vivos, en ese caso organismos, se presentaron en territorio colombiano hace 600 años. Específicamente, estos se asentaron en los ahora llamados llanos orientales. A su vez, hace 70 millones de años habitaron fósiles en el departamento de Caldas al encontrar este material en flores antiguas.

Además, muchas criaturas que se extinguieron hace 66 millones de años por el meteorito Chicxulub, en lo que hoy se llama la península de Yucatán. Dichos pliosaurios, plesiosaurios, ictiosaurios y tortugas extintas por el choque de la roca, en algún momento, se desplazaban por el territorio del actual departamento de Boyacá. Después de dicho meteorito, erupcionaron volcanes y ocurrieron fenómenos naturales que barrieron con los seres vivos del territorio colombiano.

Según el exdirector del Servicio Geológico Colombiano, Alberto Núñez, estas criaturas eran fauna marina y “en tanto la zona donde hoy se ubican los municipios de Sáchica y Sutamarchán era un inmenso mar poco profundo, donde, además de estos gigantes reptiles marinos, también vivían peces y amonitas”.

El documento también tiene un aparte que afirma que el Nevado del Huila tiene 1.5 millones de años de antiguedad y ha venido evolucionando desde entonces. Además, recalca la similitud del gigante colombiano, con respecto a otros volcanes en el territorio continental.

“En general, el Nevado del Huila es similar a otros volcanes en los Andes del norte, con respecto a los elementos principales y trazas de elementos; ya sean LILE, HFSE, REE o elementos compatibles.” Según el documento, estos muestran comportamiento representativo de andesitas orogénicas y dacitas, componentes que son típico de las zonas a lo largo del margen continental.

“Una lectura detallada de esta obra demuestra el rápido avance del conocimiento geológico en los últimos años, la dinámica evolución de los conceptos ante la aplicación de nuevas tecnologías y el grado de especialización obtenido en las diferentes disciplinas”, finaliza Víctor Ramos, responsable del prólogo del libro.

El investigador argentino experto en geología explica que al pasar del tiempo, la disciplina ha podido resolver interrogantes y cuestionamientos anteriores. Sin embargo, esto trae a colación nuevas preguntas acerca de la formación del antiguo continente y, por consiguiente, Colombia continental.

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