La baja al capo venezolano Willy Melean, el pasado 7 de noviembre, cuya banda criminal, dedicada a la extorsión y al sicariato, tenía azotadas a ocho ciudades del país, sacó a relucir lo que serían, al parecer, irregularidades en algunas sedes de la Registraduría. Al criminal abatido se le había expedido, al parecer de forma irregular, una cédula de ciudadanía colombiana en Galapa, Atlántico, razón por la que hoy la registraduría municipal está cerrada y se suspendió, de forma preventiva, a su titular, Juan Carlos Castañeda Padilla.
El que se le expidiera una cédula colombiana a Willy Melean, en la que aparecía con el nombre de Gabriel de Jesús Rodríguez Sánchez, no es un hecho menor, según las autoridades, pues, gracias a ello, podía delinquir en el territorio nacional y pasar desapercibido. Es más, fue este hecho el que llevó a la Registraduría a realizar una auditoria a la sede de Galapa, en la que se comprobó la cedulación presuntamente fraudulenta de 76 venezolanos desde 2017.
En contexto: Willy Meleán, el abatido capo venezolano y su amante delinquían con cédulas colombianas originales
El motivo para que en la registraduría piensen que la cedulación fue irregular es la desaparición del libro de antecedentes de los 76 migrantes, pues, incluso, conlleva a una hipótesis: el libro no despareció, sino que nunca existió, pues se les expidió las cédulas sin solicitarles los antecedentes a los extranjeros. La cuestión no es que los documentos de identidad sean falsos, sino que el trámite fue fraudulento. “Los soportes no se encuentran físicamente ni dentro de una consulta aleatoria en el sistema”, es lo que dice el informe de la auditoria.
Conforme con lo dicho por una fuente de la Registraduría a El Heraldo, la suspensión de Castañeda Padilla de su cargo en cabeza de la sede en Galapa, que será de tres meses, tiene como objetivo que no interfiera en las indagaciones que se hacen sobre el caso.
“La suspensión se hace para que la investigación pueda continuar sin que el implicado pueda interferir en el proceso desde el cargo que ostenta. Fueron muchas las irregularidades detectadas que rayan en faltas graves”, informaron en la Registraduría a El Heraldo.
La autoridades están investigando si parte de las 76 cédulas fueron entregadas a más miembros de los Melean, pues, además del capo abatido, la que fuera su pareja sentimental también tenía una identificación colombiana, cuyo proceso de expedición es fraudulento.
Aparte de la suspensión, por ahora temporal, del registrador de Galapa, en el municipio de Soledad, también Atlántico, fueron retirados de sus cargos los registradores Especiales Osvaldo Santana González y Yamil Castro Fábregas. Tal medida se tomó luego de que El Heraldo revelara “cómo de los archivos de dicha sede se les ubicaba a los migrantes, según sus apellidos, un progenitor colombiano para que obtengan la cédula o el registro civil que les permita acceder a la nacionalidad colombiana”.
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