Por presunto abuso sexual, una mujer denunció ante la Fiscalía General de la Nación a Hernán Cayetano Morales Téllez, más conocido en el mundo musical como Hernán Cayetano, DJ, socio del club Baum y uno de los creadores del Baum Festival, un festival de música electrónica de gran relevancia en América Latina.
Martina, nombre cambiado a petición de la víctima y quien habló con el diario El Espectador para contar su testimonio y entregar detalles del suceso, asegura que los hechos se registraron el sábado 2 de abril de 2016 cuando ella tenía 21 años.
Hernán Cayetano dice que la denuncia es falsa y todo hace parte de una confabulación en contra suya y de sus socios. Martina dice que en la fiesta en la que estaban cuando se presentó el suceso, Cayetano se dirigió con una bolsa de pepas que le ofreció a la víctima y después de ingerirlas, cuenta la agredida, se sintió mareada. “Empecé a sentir algo que no había sentido nunca y yo consumo drogas desde los 16”, dijo la denunciante al diario.
La víctima dice que uno de sus amigos le insistió quedarse esa noche en la casa de Morales Tellez en el barrio Polo de Bogotá. Martina dice que no tomó alcohol esa noche, que se acostó en un colchón en el piso y que de lo último que recuerda son imágenes cuando el DJ “abre la puerta, me levanta y me lleva a su habitación. Cuando reacciono, el man me estaba penetrando. Yo me di cuenta, pero mis músculos y mi cerebro no respondían”, cuenta la víctima.
La denunciante explica que después de la presunta agresión sexual, el DJ le pagó un Uber para que ella regresara al Club Baum para recoger unas pertenencias que había olvidado allí y luego regresar a su casa.
Martina asegura que después de la violación de la cual fue víctima cayó en depresión y “no sentía amor propio”. Además, Martina asegura a El Espectador que el 27 de agosto de 2020 demandó a Hernán Cayetano ante las autoridades; asegura que su motivación para realizar la denuncia fueron las demandas de acoso sexual contra Ciro Guerra.
Después de la demanda, el pasado 6 de octubre se comenzó con las pesquisas en las que se llamó a declarar a los autores del suceso. Martina tuvo que someterse al examen que se realiza cuando hay denuncias por acoso carnal violento. El Espectador asegura que a la audiencia fueron solo dos de los llamados y uno de ellos solicitó a la Fiscalía medidas de protección por temor a represalias. Martina tiene protección también.
“Tuvimos sexo, ella se durmió, volvimos a tener sexo cuando se despertó. No es cierto que ella estuviera inconsciente, que yo la cambié de cuarto, yo no hice esas cosas. Y si he tenido drogas en mi poder ha sido para consumo propio. Nunca llegué a ofrecerle (drogas) a alguien así. Simplemente no es correcto”, le dijo Hernán Cayetano al diario mencionado.
Martina amaba ir al club Baum, pero asegura que después de los hechos la discriminaban y la trataban diferente en ese lugar. De hecho, asegura que el mismo DJ Hernán le dijo un día: ‘¿Es que no te das cuenta? Yo no quiero que tú entres, no me da la gana”. Dice que después de eso muy rara vez volvió por temor a que los demás hablaran mal de ella.
Después de esas denuncias, Hernán Cayetano le entregó pruebas a El Espectador que evidencian fotos de Martina en el bar y lista de invitados que reflejan que la joven volvió en ocasiones.
Sin embargo, varios DJ’S y allegados al hombre aseguran que él cambió y que el poder y la fama lo volvieron diferente. Una de ellas, Valentina Lozano, le dijo al periódico en mención que Hernán era “prepotente, machista, mala persona. Es tenaz. Cada fin de semana estaba con una mujer diferente”, sin que ello represente un delito.
Exempleados del club Baum aseguraron que vieron a Hernán con bolsas de drogas para seducir a las mujeres. Sin embargo, el individuo negó esta acusación.
Pese a diversas controversias por parte de exsocios de Hernán Cayetano, el proceso sigue en manos de la Fiscalía y Martina dice que espera que su testimonio les sirva a muchas mujeres para denunciar actos de violencia y acoso sexual. Además, exhortó a quienes acosan a las mujeres sexualmente: “quiero que lo piensen dos veces antes de querer hacerle esto a una mujer. A una fiesta uno no va para que lo violen, uno va para disfrutar, para compartir con sus amigos, no para sentirse inseguro”.