Luego de polémicas, trámites y tres debates, la Asamblea de Antioquia aprobó la conversión de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), la cual se convertirá en una empresa comercial e industrial del Estado.
La iniciativa se concretó después de una concertación de 21 votos a favor y cuatro en contra, que permitirá que, desde 1 de enero del 2021, comience la transformación de una de las empresas insignia de los antioqueños.
Cómo se llegó a la aprobación
Pese a que el proyecto fue aprobado, el trecho por el que pasó para lograrlo fue bastante extenso. Desde la fundación de la FLA se ha planteado la transformación de la misma en tres oportunidades, dos sin éxito.
El primer intento se realizó en junio del 2019. Sin embargo, la idea ‘no vio la luz’ porque la oposición se negó al cambio que hoy celebran algunos antioqueños.
El proyecto, identificado como 025, abrirá la puerta, según los opositores, para que la empresa se privatice y haya daños colaterales, como crisis laborales en los empleados de la FLA, y se pierda competitividad.
El segundo debate, que se realizó el pasado 11 de noviembre, se extendió por 13 horas, en las que hubo tensión mientras opositores y simpatizantes del proyecto expresaban sus opiniones frente a la privatización o no de la compañía.
Empresa rentable
Uno de los principales argumentos de la oposición para criticar la transformación de la empresa licorera es que esta afectaría la amplia trayectoria que posee la compañía. Por más de un siglo, la Fábrica de Licores de Antioquia ha sido pionera en el departamento antioqueño y se ha consolidado como una de las más estables y rentables licoreras del país.
De acuerdo con la información recolectada por el diario El Espectador, la FLA vende aproximadamente 52 millones de unidades anualmente, gracias a lo cual aporta a Antioquia cerca de $1,3 billones al año.
Un diputado de la oposición le dijo a El Espectador que el gobernador Aníbal Gaviria anunció que haría los estudios pertinentes para que la FLA fuera transformada. Sin embargo, después de presentar un proyecto que le daba las facultades a la fábrica para ser transformada, la Asamblea no dio luz verde.
No obstante, en julio de este año, Gaviria envió nuevamente algunos artículos que le permitían funcionar y, ya para finiquitar el proceso, en septiembre se presentó un proyecto con 30 artículos en el que se aproximaba cada vez más la aprobación de la fábrica.
Javier Hurtado, gerente de la FLA le dijo a El Espectador que cuando se presentó la iniciativa se buscaba cumplir con una ordenanza del Consejo de Estado en 2018 que pedía que la Fábrica se convirtiera en una empresa industrial comercial del Estado. Además, explicó que quienes trabajaban allí y tenían una amplia carrera administrativa ya no serían empleados públicos, sino oficiales, que, según Hurtado, esto solucionaría la crisis laboral que alegaba la oposición.
El diputado Luis Eduardo Peláez aseguró que aceptar ese proyecto es perder 100 años de historia porque se crearía una nueva Fábrica y no se transformaría la que ya está.
“Esto es una masacre laboral, porque hoy quien tiene estabilidad laboral no la tendría con la nueva fábrica”, cuestionó en diálogo con EE, el presidente de la Asamblea Departamental, Rubén Callejas, quien añade que teme que con la transformación deje de entrar el dinero que actualmente se usa para salud y educación.
Uno de los controversiales sobre este proyecto es la presunta presión de la Gobernación de Antioquia para que aprueben este proyecto. Así lo aseguró en su diálogo con El Espectador el diputado Peláez.
Finalmente, la gerencia de la FLA, que claramente está a favor de la transformación de la fábrica, asegura que este cambio les permitirá ser más competitivos porque desde el 2012, gracias a los tratados de libre comercio, se desgravaron los licores importados que ocasionó serios problemas a las licoreras nacionales.