La historia de los Caparros, la estructura criminal de la que se habla ahora, pero que nació en 1996

En el 2017, la estructura armada ilegal se separó del Clan del Golfo para disputarle el poder por el narcotráfico y la minería ilegal en el Bajo Cauca antioqueño. Su antiguo nombre, Caparrapos, se debe a que su fundador era oriundo del municipio de Caparrapí, Cundinamarca.

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Alias ‘Ernesto’, ‘Platino’ y ‘Cometa’
Alias ‘Ernesto’, ‘Platino’ y ‘Cometa’ pertenecieron a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y tras la desmovilización en 2006 siguieron delinquiendo con el Clan del Golfo. Archivo Infobae

Hablar de los Caparros, que hoy se disputan el poder en el Bajo Cauca antioqueño con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, la estructura criminal dedicada al narcotráfico más grande del país, implica, no solo mencionar hechos recientes, como la muerte de Emiliano Alcides Osorio, alias Caín, su máximo cabecilla, a quien el Ejército Nacional le dio baja el pasado 16 de noviembre, sino del grupo para militar que, desde 1996, ha tenido azotada esta región del país.

Infobae hace un recuento de la existencia de esta banda criminal de la que se habla desde 1996

¿Cómo surgieron los Caparros?

De acuerdo con lo dicho a medios de comunicación, años atrás, por Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, exjefe paramilitar del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quien regresó a Colombia en el 2019 luego de 11 años preso en los Estados Unidos, los Caparrapos, hoy conocidos Caparros, fueron creados en 1996.

En ese entonces, según Macaco, un hombre llamado Virgilio Peralta Arenas, alias Víctor Caparrapo, reclutó a varios hombres de Caparrapí (Cundinamarca) para integrar un grupo paramilitar al que se le denominó los Caparrapos. Ese año, Vicente Castaño le propuso a este y otros grupos paramilitares integrar las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá.

Así, pues, los Caparrapos se unieron al Bloque Mineros, comandado por alias Cuco Valoy, quien llegó un acuerdo con Macaco para repartirse el territorio del Bajo Cauca Antioqueño y no tener disputas internas.

Desmovilización y reaparición en el 2008

En el 2008, dos años después del final del proceso de desmovilización de las AUC y aún durante el mandato presidencial de Álvaro Uribe Vélez, distintas bandas criminales organizadas, integradas por exparas que habían dejador las armas, volvieron a aparecer por la pugna del Bajo Cauca. Entre ellas estaban los Paisas Caparrapos, Rastrojos, Águilas negras y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, también conocidas como Clan del Golfo, Clan Úsuga y los Urabeños.

En el 2011, un año después de que alias Víctor Caparrapo fuera dado de baja por el Ejército Nacional, los Paisas Caparrapos se unieron al Clan del Golfo, que, a su vez, acordaron el control del sur de Córdoba y el Bajo Cauca antioqueño con los Rastrojos. Lo que hizo el Clan del Golfo fue repartir varios frentes o franquicias armados en el territorio. Así operaron hasta 2016, cuando, tras los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), comenzaron las rupturas internas de la estructura armada.

Separación de los Caparrapos de los Urabeños

En el 2017, los Paisas Caparrapos, dirigidos por el abatido alias Caín, se separaron del Clan del Golfo, en cabeza de alias Otoniel, para disputarle el control del narcotráfico y la minería ilegal en la región. Para tal fin, se aliaron con dos frentes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con las disidencias de los frentes 18 y 36 de las FARC, según un documento de la Policía Nacional al que tuvo acceso El Tiempo, en el que se habla de que el grupo cuenta con alrededor de 400 hombres armados

De acuerdo con una alerta temprana de la Defensoría del Pueblo, de febrero de 2018: “Fuentes militares afirman que entre octubre de 2017 y enero de 2018, la estructura de ‘Los Caparrapos’ tuvo un inexplicable fortalecimiento en armamento, hombres y finanzas, al pasar de una base en Guáimaro (Tarazá) a dominar sectores en Cáceres, Tarazá, y enfrentar de manera casi simultánea a estructuras de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia”.

En mayo de 2019, por medio de las directivas 015 y 016, el Ministerio de Defensa dejó de referirse a la estructura criminal como Caparrapos para denominarla Caparros, con el fin de no estigmatizar a los pobladores de Cundinamarca.

“Así como en su momento se mencionaba el tema de Los Urabeños para referirse al Clan del Golfo y se cuestionaba el estigma para la gente, se concluyó que con el nombre de Caparrapos se vulneraba a la gente de Caparrapí, podríamos caer en una estigmatización", afirmó, en ese entonces, el comandante de la Policía Antioquia, coronel Giovanny Buitrago.

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