Tras el paso de la tormenta Iota por el Archipiélago de San Andrés y Providencia, son varios los colombianos que han reportado que no saben nada de sus familiares que viven en la zona, y algunos publican en redes sociales los videos que sus allegados logran enviar desde el lugar.
Una historia que se repite entre los damnificados, entre ellos, la familia Robinson Peña, que tuvo que permanecer 24 horas encerrada en el baño de su casa, en Providencia, escuchando cómo Iota arrasaba parte de su vivienda durante la madrugada de este lunes.
De acuerdo con la versión entregada a sus familiares, cuando los vientos de más de 200 kilómetros por hora golpearon la isla tuvieron que refugiarse en el baño de su vivienda.
Verónica Peña Taylor, su esposo, Randon Robinson, y su hija Valentina Robinson, de 12 años, permanecieron durante la madrugada y la noche de este lunes sosteniendo con fuerza la puerta para que no se abriera.
Afuera, se escuchaba caer la vivienda ubicada en la zona de Boxón, cerca de Maracaibo.
Según Carolina Flórez, sobrina de Verónica, hacia las 11 de la noche del domingo se comunicaron con la familia.
Justo en ese momento, se encontraban encerrados en el baño de la casa para protegerse de los vientos que ya habían destruido la casa de sus vecinos.
“Mi tía me dijo que estaban encerrados en el baño de la casa. Lo último que me dijo fue que a la casa del lado ya se le había llevado el techo. No supimos nada más hasta este martes, la incertidumbre fue horrible”, relató Carolina.
Hasta el momento, la isla con mayores afectaciones tras el paso del huracán es Providencia, donde, según el presidente Iván Duque, hubo daños en el 98 % de la infraestructura y se confirmó la muerte de una persona.
Tras el paso del huracán Iota, cuyo ojo alcanzó a estar a 8 kilómetros del lugar y fue azotada por vientos de hasta 230 kilómetros por hora, la isla amaneció devastada.
Los primeros informes indicaron que el hospital quedó prácticamente destruido. Además, la isla se encuentra sin luz, agua, comida y hay una gran cantidad de heridos.
Según Flórez, solo hasta la tarde de este martes se pudo establecer contacto con la familia, cuyos integrantes sufrieron algunas lesiones y la hija menor tuvo que ser trasladada a San Andrés para recibir atención médica.
“Lo que sabemos es que se quedaron toda la noche sosteniendo la puerta del baño, que es la zona de la casa que estaba mejor equipada para resistir el paso del huracán, para que el viento no la abriera. Pero en la mañana no pudieron salir porque la puerta había quedado detenida por los escombros”, lamentó la sobrina de la damnificada.
De acuerdo con lo que contó la familia a los rescatistas, Randon tuvo que romper el suelo del baño para poder hacer un hueco y así poder salir por debajo de la puerta, pues la casa quedó completamente destruida.
El municipio, que cuenta con alrededor de 5.000 habitantes, estuvo aproximadamente 15 horas incomunicado con el resto del país y todo fue incertidumbre hasta que el presidente Iván Duque, desde Cartagena, confirmó que había hablado con el alcalde del municipio, Norberto Gari Hooker, quien le dio los primeros reportes.
Verónica Peña trabaja para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y su esposo es vigilante en la Capitanía de Puerto, la cual también quedó completamente destruida tras las fuertes lluvias.
Por su parte, Carolina Flórez, quien es cartagenera pero vive en Bogotá, se encuentra liderando un espacio de ayudas económicas para Providencia.
“Era la casa de mi abuela y quedó reducida a nada. Me alegra que estén con vida, pero es muy triste ver la vivienda en lo que quedó”, agregó Flórez.
Aunque solo unas cuantas columnas sostienen lo que fue la casa de una familia entera durante muchos años, la familia se encuentra fuera de peligro.