En Providencia, habitantes tuvieron que refugiarse en cisternas de agua durante el paso de Iota

Danny Jackson, un joven originario de Providencia y residente en otra ciudad del país, pudo comunicarse con su madre, quien vive en la isla, a través de una conexión satelital, luego del paso del huracán Iota por la zona.

“Como no contestaba me preocupé, si no contesta es que se la llevó”, contó Danny Jackson en Teleislas. Luego de varios intentos fallidos de comunicación y unas cuantas horas más tarde, su madre logró devolverle la llamada y pudo confirmar lo que decían los noticieros sobre la isla: Iota había sido devastador y dejó a Providencia destruida.

Según contó la mujer, “las casas están en ruinas, no hay donde refugiarse”. Incluyendo su propio hogar que no había sobrevivido al paso del fenómeno. Pero no solo fue su casa, ni la propia alcaldía, ni los supermercados quedaron en pie.

El presidente Iván Duque informó en la noche del lunes que un 95% de la infraestructura de Providencia había sido destruida por los fuertes vientos y la marea. Un informe más que preocupante considerando que en la isla, de apenas 17 kilómetros cuadrados, habitan cerca de 5.000 personas.

“La cisterna de nosotros tocó vaciarla y meter gente ahí. Gente que perdió la casa en la madrugada y llegó buscando refugio. Mi mamá los metió ahí porque en la casa ya no cabía nadie. Todo quedó inservible”, relató Jackson.

Los periodistas de Teleislas a su vez informaron que conocían otros casos de personas que tuvieron que refugiarse dentro de estos grandes tanques de agua, conocidos como cisternas y que en su mayoría están enterrados en el suelo. Estos elementos son imprescindibles en muchas casas de Providencia, pues en ellos se tienen reservas de agua ante la ausencia de acueducto y la carencia hídrica que se presenta en temporadas de sequía.

Algunos políticos y cibernautas opinaron en redes sociales que las islas pudieron haberse evacuado ya que, desde el viernes, cuando el Ideam informó que la onda tropical se había fortaleció y alcanzado la categoría de tormenta tropical, y teniendo en cuenta que el sábado en la tarde se convirtió en huracán, ubicándose a 324 kilómetros de Punta de Gallinas; a 816 kilómetros de San Andrés, y a 769 kilómetros de las islas Providencia y Santa Catalina, desplazándose a una velocidad de seis kilómetros por hora y vientos 65 kilómetros por hora, el fenómeno comprendía una distancia suficiente, no solo para activar planes de contingencia, sino también para evacuar las zonas y barrios donde pegaría con más fuerza.

Algunos cibernautas pusieron el ejemplo de como las autoridades de Nicaragua evacuaron 70.000 personas y dispusieron 1.200 albergues antes de la inminente llegada de Iota y vieron en la tragedia una negligencia del Gobierno Nacional.

El senador Gustavo Bolívar trinó al respecto que, “contrario al terremoto u otro tipo de tragedias, el huracán da tiempo a tomar medidas”.

Por su lado, el líder de la Colombia Humana, Gustavo Petro, señaló que “volvimos a la tesis de responder a las emergencias después que se produce el daño y no a la política de disminuir el riesgo previniendo los daños”.

Frente a esto, el presidente Iván Duque aseguró que Colombia tenía un protocolo, a través del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, para enfrentar la temporada de ciclones tropicales.

“Colombia siempre desde el mes de mayo lo activa hasta el 30 de noviembre cuando termina la temporada de huracanes. En el caso particular de Iota venía siendo advertida por el Ideam como una tormenta tropical y entre las 7:00 de la noche del día del domingo y las 7:00 de la mañana del lunes, se transformó en un huracán categoría 5, en un hecho sin precedentes en nuestro territorio”, señaló el Jefe de Estado en una entrevista en Noticias Caracol.

Entre sus argumentos, también indicó que lo que pasó Colombia en las últimas horas fue parecido a lo que ocurrió en Estados Unidos con el huracán Katrina.

“Estamos hablando de la máxima categoría de huracanes y, por supuesto, ver su transformación en un tiempo tan corto de una tormenta tropical a un huracán categoría 5 fue algo que no habíamos visto en nuestro país”, agregó el mandatario.

A su vez, aseguró que el sistema de gestión del riesgo ha estado operando en Providencia:

“El señor alcalde con el Cuerpo de Bomberos, la Defensa Civil, la Cruz Roja y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo venían tomando todas las medidas. Había también un protocolo de evacuación hacia los albergues, pero claro, un huracán de esta magnitud no lo puede prever nadie y sobre todo una transformación en un periodo tan corto”.

Según el presidente Duque, se espera que las afectaciones no sean tan graves y contó que el Gobierno cuenta con un plan para la reactivación y recuperación de infraestructura basado en la experiencia del paso del huracán Beta en 2005, que dejó 30 personas heridas y 913 familias (3.074 personas) afectadas en la Isla de Providencia.

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