Luego de días de incertidumbre y durante un fin de semana en el que el protagonismo se lo han tomado las fuertes lluvias, los campesinos de Cundinamarca volvieron a sonreír. Este puente festivo han logrado vender en siete peajes del departamento la papa que tenían acumulada y que estaban casi que regalando a orillas de las carreteras, producto de la sobreoferta, las importaciones y la crisis por la pandemia.
La Gobernación de Cundinamarca, que ha acompañado a los productores y que junto a las empresas de licores dispuso de sus camiones para trasladar la papa a los peajes, informó que a corte del mediodía de este 15 de noviembre se vendieron 820 toneladas de este producto, que representan 600 millones de pesos. Durante el viernes y el sábado pasados, no quedó un kilo de papa que no fuera despachado.
Lo mejor, sin embargo, no es que se vendieron los tubérculos que con tanto sacrificio cultivaron para luego cosechar los campesinos, sino que los vendieron a un precio justo. Previo a la idea de ofrecer la papa en los peajes por parte del gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, los productores le estaban dejando a los intermediaros cada bulto a $ 25.000; ahora, en una relación directa productor-consumidor, lo están vendiendo a $ 40.000.
El valor agregado de la papa que se está vendiendo en los peajes es que además de seleccionada, cuya comercialización ha sido un éxito, es que ya está lavada
“Traje unos 70 bultos (...). En el mercado me hubieran dado 1′300.000. Y acá me hice 2′500.000”, contó, contento, José Quintero, uno de los productores del tubérculo.
Pese a manifestar su felicidad por la venta de papa en los peajes de Cundinamarca, los productores de este gremio han pedido al Gobierno nacional soluciones a largo plazo no solo con el fin de evitar crisis como la que están viviendo, sino de garantizar la soberanía alimentaria. De hecho, algunos de ellos protestaron este fin de semana frente a la sede del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Según dicen, pese a que están en capacidad de producir la papa necesaria para alimentar el país, se están importando este tubérculo desde Europa. De ahí, la propuesta de aumentar los aranceles de importación a un 30 por ciento, medida que, por ahora, el Gobierno rechazó.
Una de las medidas que el ministro de Agircultura, Rodolfo Zea Navarro, anunció para superar la crisis es comprarle de manera directa la papa a los productores, en alianza con el Banco de Alimentos, para donarla a los más necesitados.
“Estamos buscando las mejores soluciones para los productores de papa, quienes han visto disminuidas las ventas de sus cosechas por la caída de la demanda que normalmente tenían hoteles, restaurantes, colegios y otra serie de compradores. Por medio de esta donación, podemos ayudar tanto a los productores como a las familias más necesitadas”, señaló el ministro Zea.