El pasado 8 de noviembre, una joven que trabajaba en una casa de familia realizando labores domésticas drogó a Carmen Cañón y a su esposo, sus jefes y dueños de la casa en la que laboraba Posteriormente, la empleada hurtó cerca de 22 millones de pesos en bienes y dinero en efectivo de la casa.
Según narró Cañón al diario El Tiempo, la joven, quien según la mujer se llama Gabriela, ya había trabajado anteriormente con ellos. Por esto, la madre de dos pequeños hijos sintió la confianza suficiente para llamarla a trabajar en la nueva vivienda de la familia, en la cual llevaban 15 días viviendo.
El domingo de los hechos, la joven le insistió a su jefa que la dejara salir a su casa, a la que había ido solo tres veces desde que había empezado a trabajar, con la excusa de que su hijo estaba enfermo. Ante la insistencia, Cañón le permitió llegar ese día en las horas de la noche.
Según la madre de familia, la empleada llegó a las 8:20 de la noche. Su esposo pagó el taxi en el que viajó y la joven los acompañó a comer. Instantes después, le preguntó a la pareja si querían algo de tomar, a lo que respondieron afirmativamente.
La joven le dio un vaso de gaseosa al esposo de Cañón, quien fue a su cuarto y cayó dormido inmediatamente, mientras, la mujer se quedó hablando con la empleada, quien, le dio algo de beber y la víctima afirma que no recuerda lo que sucedió después.
“A las 3:30 de la mañana yo abrí los ojos y vi todo oscuro. Me paré asustada y cuando prendí la luz vi que no estaba el televisor. Salí al cuarto de mis hijos y noté que se les habían llevado también el televisor. Luego supe que faltaban el equipo de sonido, herramientas, portátiles, celulares, tres millones de pesos, todo”, cuenta Cañón a El Tiempo.
Según el testimonio de la madre de familia, la mujer también se llevó cosméticos de ella y varias lociones. Al recopilar información de los hechos, la mujer estableció que el mismo taxi que había dejado a la joven en la residencia, fue a recogerla al finalizar el hurto.
Crece inseguridad en Bogotá
El pasado 4 de noviembre, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se pronunció ante los recientes casos de hurto y homicidio que se han presentado en la capital, que tienen en alerta a los bogotanos ante un posible aumento de la inseguridad.
López calmó los ánimos diciendo que varios delitos han disminuido en los últimos meses, pero admitió que los hurtos de bicicletas y homicidios siguen siendo un desafío para su administración. Según Hugo Acero, secretario de Seguridad, en octubre también crecieron las cifras, ya que el año pasado se registraron 80 homicidios y este año fueron 82.
Otro de los indicadores que ha empeorado es el robo a bicicletas, que se disparó un 35,8% con respecto a 2019, cuando se presentaron 6.589 hurtos. Este año la cifra va en 8.951, con 2.362 registros nuevos.
La mandataria aseguró que “Bogotá no es Ciudad Gótica, ni está en ninguna crisis patética. Hay dos desafíos: el hurto a bicicletas y los homicidios”, finalizó López, poniendo como ejemplo la ciudad ficticia de Batman.
A esto se le suman los hurtos y asesinatos en estaciones de Transmilenio. Según la Policía Nacional, en Bogotá se presentan 20 homicidios por semana y, de enero a octubre, se han perpetrado 835 asesinatos en la capital. Con respecto a 2019, este delito aumentó un 1.5%.
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