Ya han pasado 12 años desde que DMG, la pirámide más grande y famosa de Colombia, fue intervenida por la Superintendencia de Sociedades para ponerle fin al emporio conformado por nueve empresas y que tiene a muchos de sus socios y dueños presos.
La captadora ilegal de David Murcia Guzmán extendió sus tentáculos por toda Colombia, incluso en Bogotá; donde arrendaron un amplio edificio como sede, de donde los socios sacaban electrodomésticos como parte de pago del esquema de captación ilegal de dinero que ofrecían.
La fórmula que planteaban consistía en pedir grandes cantidades de efectivo para luego entregar rendimiento e intereses de esta plata, e incluso se podían comprar productos en las mismas oficinas de DMG con estas ganancias.
La fama de DMG fue su talón de Aquiles, pues las autoridades empezaron a indagar sobre el origen de este sistema y sospechaban que la empresa hacía parte de un entramado para el lavado de dinero, según el diario El Tiempo.
De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, Murcia Guzmán, logró recaudar más de 2 mil millones de dólares a través de DMG Grupo Holding S. A. entre 2007 y 2008. La empresa tuvo tal éxito que se pudo expandir a Panamá, Venezuela y Ecuador.
Al momento de su intervención, por parte de la Superintendencia de Sociedades, más de un millón de personas fueron afectadas y perdieron sus ahorros e inversiones. Con esta decisión comenzó la pelea por sus activos y la repartición de lo poco que se encontró.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades solo se lograron recuperar unos 95.000 millones de pesos para la reparación a las víctimas, tanto en bienes como en dinero en efectivo.
La cabeza de esta operación fue David Murcia. Este ubatense, de 40 años, logró amasar una enorme fortuna, que perdió cuando en noviembre de 2008 fue capturado, para luego ser extraditado por lavado de activos a Estados Unidos en 2009. En 2019 regresó a Colombia para cumplir una condena de 22 años.
Murcia cumple su condena en la cárcel la Tramacúa, de Valledupar. Antes de ser extraditado a EE. UU. alcanzó a cumplir en la cárcel La Picota de Bogotá alrededor de 14 meses de prisión, por lo que aún le quedarían un par de años por pagar antes de poder pedir beneficios como la libertad condicional.
Pero a parte de Murcia, otros involucrados con la pirámide ya pagaron sus penas o no han podido ser capturados. Entre los involucrados está Joane Ivette León Bermúdez, exesposa de Murcia, que fue condenada en diciembre de 2019 por el juzgado sexto penal especializado a 16 años y dos meses de cárcel por el delito de lavado de activos agravado.
Bermúdez era la vicepresidenta de la comercializadora DMG y fue detenida en 2009 en Montevideo, Uruguay, en una lujosa propiedad del barrio Carrasco.
El Gobierno colombiano solicitó la extradición para que pagara la pena, pero fue liberada tres meses después porque no prosperó la solicitud de extradición por parte de Colombia ya que el delito no existía en la normatividad de Uruguay. La mujer en la actualidad sigue libre en ese país.
Luego de que Murcia llegara a un acuerdo para negociar con la Fiscalía para ayudar a su mamá, declaró en contra del excongresista Francisco Rojas Birry, quien fue condenado a 8 años de prisión por recibir 200 millones de pesos para ayudar a DMG.
Igualmente fueron procesadas y condenadas otras personas del entorno de Murcia Guzmán como la abogada Margarita Pabón, Daniel Ángel Rueda y William Suárez. Según la investigación, ellos hicieron parte de la operación de una red de lavado de dinero en México, Panamá y Estados Unidos.
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