Sobre el caso de los jóvenes que murieron en un incendio dentro de una estación de Policía de Soacha, la Fiscalía General de la Nación sostuvo que se reunió este miércoles con la delegada para la Seguridad Ciudadana para abordar el caso.
El ente investigador ya recaudó “todo el material probatorio posible hasta el momento”. Además, las evidencias están siendo valoradas por los peritos para determinar las responsabilidades por las muertes de estos jóvenes y se analiza si hay “posibles delitos a imputar”.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo pidió una mesa de trabajo en la que participarán la Gobernación de Cundinamarca, la Policía, el Consejo Superior de la Judicatura y la Fiscalía para debatir el caso. En la reunión se encontró que había hacinamiento en varias estaciones de Policía del departamento, pues a muchos de los detenidos no se les ha practicado la prueba de covid-19, medida exigida por las cárceles para recibir nuevos reclusos.
Por eso, la Defensoría aseguró que se solicitó al Inpec y al Ministerio de Justicia la agilización de pruebas con la Secretaría de Salud. El órgano dijo, además, que está acompañando a las familias y las investigaciones judiciales y disciplinarias por estos hechos.
El comandante de la Policía de Cundinamarca, el coronel Cesar Ovidio Castro, aseguró que fueron 8 los muertos en el incendio ocurrido en el CAI de San Mateo, en Soacha, el pasado 4 de septiembre pasado.
La denuncia del concejal Cancino
Durante la mañana de este 10 de noviembre, Diego Cancino, concejal de Bogotá por el partido Alianza Verde, denunció lo que llamó una masacre en la estación de Policía de San Mateo, en el municipio de Soacha, el pasado 4 de septiembre. Según el cabildante, producto de un incendio en el recinto, “intensificado”, al parecer, por un policía, murieron nueve jóvenes.
La denuncia pública la realizó a través de su cuenta en Twitter, donde publicó dos videos con imágenes de los hechos, en los que explica lo sucedido cinco días antes de las protestas en Bogotá, a raíz del presunto homicidio del abogado Javier Ordóñez, en las que murieron diez jóvenes, y que Indepaz documenta como una masacre perpetrada por miembros de la Policía.
Conforme con Cancino, el 4 de septiembre, a eso de las 11 a.m., alrededor de 20 familias fueron a visitar a la misma cantidad de jóvenes que permanecían en la estación de Policía. No obstante, las autoridades les impidieron ver a los detenidos, a quienes, “días previos los estaban torturando, maltratando, no les daban de comer”, según el Concejal.
Pero lo más grave, dice Cancino, fue que entre la 1:30 y las 2 p.m. de ese día se generó un incendio porque uno de los jóvenes prendió fuego a una cobija. Las llamas, según el cabildante, se intensificaron por medio de un artefacto que, al parecer, “fue impulsado por un policía”.
“Los policías salieron y dejaron a los chicos encerrados. No dejaban entrar a nadie, los extintores no los dejaron usar, los chicos se quemaron”, afirmó Diego Cancino en el video, en el que agregó:
Los familiares estaban desesperados, no dejaban entrar a nadie, dejaron prender en llamas a los muchachos. Uno murió ese día y los otros los días siguientes por quemaduras mortales
Por medio de los videos, el Concejal pidió a la Fiscalía que investigue el hecho y se refirió a lo sucedido como “criminalidad policial”.
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