El Banco de la República informó en su más reciente reporte que a corte de agosto de 2020 la deuda externa de Colombia llegó a los US$150.505 millones, lo que marca un nuevo récord para el país, pues este indicador hoy por hoy representa el 53 % del PIB.
Por su parte, el reporte reveló que US$83.597 millones corresponden a deuda pública, de los cuales US$697 millones es de corto plazo y US$82.900 millones es de largo plazo.
Por otro lado, la deuda privada externa llegó a los US$66.909 millones: US$22.962 millones es de corto plazo y US$43.946 millones es de largo plazo.
En agosto de 2019, la deuda externa se encontraba en US$135.765 millones, lo que evidencia que la pandemia ha incrementado el endeudamiento en dólares en casi US$15.000 millones.
Sin embargo, pese a la alta deuda externa, en las últimas semanas se conoció que Colombia logró mantener el grado de inversión en las principales calificadoras de riesgo: Fitch Ratings y Standard & Poor’s.
Eso sí, ambas calificadoras mantienen la perspectiva negativa sobre la calificación y le advierten al gobierno la necesidad de reducir el déficit fiscal y aumentar ingresos.
<mark class="hl_orange"><b>Recesión sería menor a la esperada</b></mark>
Para finales de 2020, la economía colombiana registraría una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 7,6 %, que, si bien es descrita como una fuerte recesión, sería menor a la proyectada cuatro meses atrás (8,5 %). Así lo señala el más reciente Informe de Política Monetaria del Banco de la República.
Para 2020, el emisor espera que el crecimiento se sitúe entre -9 % y -6,5 %, con un -7,6 % como valor central. Para 2021 se proyecta una variación del PIB entre el 3 % y el 7 %, con un 4,6 % como valor central.
“Los intervalos de pronóstico de crecimiento para 2020 y 2021 se redujeron, pero siguen siendo amplios y reflejan la elevada incertidumbre que se tiene sobre la evolución de la pandemia, las posibles medidas necesarias para enfrentarla y sus efectos sobre la actividad económica mundial y local”, dice el informe.
Por su parte, el banco central señaló que los indicadores que se pueden analizar en este momento sugieren que la caída anual del PIB para el tercer trimestre estaría alrededor del 9 %.
Además, para lo que queda de 2020 y durante todo 2021, habría una lenta recuperación de la economía y del empleo, junto con una inflación creciente, pero inferior a la meta que se tenía pensada antes de la pandemia.
Por otro lado, el Banco de la República hizo una estimación suponiendo que no habrá una aceleración importante de los contagios del covid-19, ni un nuevo endurecimiento de las medidas de distanciamiento social que afecten de manera importante la actividad económica.
Si esto se mantiene así, se prevé que la apertura gradual de la economía continuaría y la oferta de los sectores más afectados por la pandemia se iría recuperando de forma lenta en la medida en que la flexibilización de las restricciones siga avanzando.
<mark class="hl_orange"><b>La informalidad no da a vasto</b></mark>
Por otro lado, un estudio de Fedesarrollo muestra los cambios en el mercado laboral que provocó la pandemia y sugiere que es momento de hacer reformas.
El Centro de Investigación Económica y Social, Fedesarrollo, afirmó tajantemente que es momento de proponer reformas laborales que “faciliten la recuperación” del empleo y permitan llegar a un equilibrio en el mercado, cuyas falencias han quedado en evidencia con la crisis del covid-19.
De acuerdo con el estudio de Cristina Fernández, economista e investigadora de Fedesarrollo, en los seis primeros meses de la pandemia (abril-septiembre de 2020) el número de personas desempleadas aumentó en 1,6 millones al llegar a 4,2 millones de colombianos, lo que significa un 19 % de la población económicamente activa.
Según las cifras presentadas por el ente investigador, en el grupo de asalariados la participación de la informalidad en la población asalariada pasó del 36 % al 30 % entre abril y septiembre de 2020 respecto a 2019.
“Esta vez el problema es más grave. Por ahora vamos a tener una recuperación del empleo, pero con una participación del trabajo informal más alta”, advirtió Fernández.
Además agregó que, Colombia presenta un 64% de informalidad, cifra superior al promedio de 50% de los otros países de la región.
Y agregó que “No solo tenemos los dos males, informalidad y desempleo, sino una de las tasas más altas de trabajadores por cuenta propia, es casi el doble de la que registra para América Latina, por los altos costos del mercado laboral formal y por la baja productividad de algunos perfiles”, explicó.
Ante este panorama, Fedesarrollo aconsejó implementar una serie de reformas que hagan al mercado laboral colombiano más resistente a choques futuros y que lo preparen, de paso, para enfrentar tendencias a largo plazo.
También puede leer: