El joven universitario de 21 años, víctima del ataque, le contó a El Tiempo cómo fue el momento en que dos hombres lo hirieron con machetes. El estudiante de la Universidad América dijo que siempre usa su bicicleta para moverse por la ciudad y que, ese día, decidió utilizar la ciclorruta de la calle 26 para no invadir el carril de los carros.
Al entrar, sobre la calle 26 cerca a la avenida Boyacá, en el occidente de la ciudad, al ‘tunel de la muerte’, como se ha conocido por su poca iluminación y por los distintos robos que se han presentado, el joven sintió como algo frenó su bicicleta. Pensó que era aguien que se había caído, “pero luego sentí que un segundo tipo me golpeó por la espalda”.
Inmediatamente, los dos delincuentes lo bajaron de la bicicleta y comenzaron a golpearlo de manera insistente con machetes. “Uno de los ladrones cogió mi bicicleta y se escapó en ella, mientras que el otro se quedó ahí para ver si me podía sacar algo más, como el celular o plata”.
En su relato, el estudiante mencionó que estaba tan asustado que solo gritaba y pedía que alguien lo ayudara, por lo que, al parecer, el ladrón se asustó y salió corriendo". El también auxiliar de cartera de una empresa de la ciudad dijo que caminó hacia la vía porque vio que sangraba en el pecho. “Me quité el saco y me lo puse en la herida. Estaba muy asustado. Yo solo decía ‘ayuda, me acaban de atracar’”. Ni los carros, ni la gente se acercaban a ayudarle.
Sin saber qué hacer, el joven se sentó en un andén hasta que pasó una patrulla de la Policía. Los agentes lo llevaron a la clínica Colombia.
La víctima llegó al hospital con múltiples heridas de machete en el brazo derecho, una en la cabeza y una, bastante grave, en el tórax. “Esa me alcanzó a perforar un pulmón. Me tuvieron que entubar y drenar la sangre”. Después le suturaron las demás heridas. Fue dado de alta el viernes 6 de noviembre en la tarde.
Acerca de los atracadores, recuerda que ambos tenían gorra y que la estatura de uno era de 1,70. “El único que me habló tenía acento venezolano”. El joven interpuso la denuncia en el centro asistencial cuando la Policía lo buscó.
“Ya es hora de que las autoridades se pongan las pilas. En ese lugar han atracado a muchas más personas, solo que ahora usan un machete y tiran a matar. El ataque fue demasiado violento”.
El biciusuario se cuestionó el hecho de que este tipo de actos siguieran pasando eso en la ciudad. Dijo, además, que entendía lo difícil que era auxiliar a un extraño, porque nadie lo hizo en su caso, pero que “tenemos que hacer conciencia colectiva. "Todos estamos viviendo acá y deberíamos hacer de Bogotá un lugar mejor”.
De acuerdo a cifras de la alcaldía, el robo de bicicletas en Bogotá aumentó en un 35,8% con respecto al 2019.