La abogada Adriana Martínez, dueña de Vram Holding S.A., una pequeña empresa ubicada a las afueras de Bogotá, en Cota, Cundinamarca, está siendo evaluada por la justicia estadounidense por sus presuntos vínculos con Álex Saab, acusado de ser testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y de Álvaro Pulido, salpicado en el caso de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap)
La firma cundinamarquesa se encarga de mercados financieros, construcción de bienes e incluso venta de carnes, pollo, res y cerdo. De acuerdo a información proporcionada por el diario El Tiempo, hay bastante material probatorio que incrimina a la empresaria bogotana con el criminal Saab, sobre todo en el año 2011 cuando Saab realizó la construcción de casos que hoy lo tienen tras las rejas.
El diario asegura que desde que Saab realizó la constitución del Fondo Global, la empresaria bogotana tiene nexos criminales con el delincuente. Es más, en el 2014, Saab montó la fábrica de casas en Venezuela y según la investigación de El Tiempo, Adriana Martínez no le cambió el nombre a la empresa (por Expel Management SAS) y tramitó una solicitud a MinTransporte para que la empresa pudiera mover carga pesada.
Sin embargo, por el momento, ninguna autoridad le ha preguntado a la empresa por la presunta relación empresarial que tuvo con Saab y los nexos que tuvo con el socio del individuo, Álvado Pulido (con quien tuvo una relación sentimental).
Otra investigación del diario en mención, reveló que el mismo año en que Saab creó el Fondo Global de Construcciones, con un capital de aproximadamente 500 millones de pesos, la empresaria investigada abrió su empresa, Vram Holding S.A.
De hecho, en la contabilidad de la empresa de Martínez existen negocios que llaman la atención. Uno con Suministros Venezolanos Industriales CA (Suvinca), una empresa de turismo de la dictadura de Maduro y el otro está relacionado a transacciones bancarias provenientes de la firma Good Central Hong Kong Limited en una de las cuentas de la empresa de la bogotana. En el 2013, se evidenció que la empresaria suscribió un contrato con Suvinca, por 20 millones de dólares que fueron usados para la compra de insumos para construir un polideportivo en el estado de Vargas.
La Superintendencia de Sociedades analizó la contabilidad de la empresa de la colombiana, Vram Holding S.A, información que, según el tiempo, vincula directamente a Martínez con el socio de Saab, Alvaro Pulido. La Superintendencia evidenció transacciones con una empresa creada en Hong Kong: Good Central Hong Kong Limited. Allí, aparece el hijo de Pulido, Emanuel Enrique Rubio y de acuerdo con información del portal Armando Info, la empresa de Adrina Martínez se benefició con la compra, a precios preferenciales, de millones de dólares del régimen de Maduro.
La entidad aseguró que después de realizar la auditoría, evidenció que la empresa en Cota no tenía cómo soportar 818 millones de pesos que provenían de la empresa hongkonés. La Superintendencia dijo: “desconociendo su origen y razonabilidad”. Igualmente, la investigación asegura que existen cuentas pendientes y amplias sumas de dineros que no se pudo evaluar la procedencia.
“A partir de la relación que sostuve con Álvaro Pulido, han pretendido censurar los negocios de las empresas, situación injusta porque no las pueden censurar por el simple hecho de que se hayan ejecutado con Venezuela”, le dijo Adrina Martínez a El Tiempo.
Frente a estas declaraciones, la DEA sigue ampliamente interesada en el análisis de Martínez, pues “es persona de alto interés dentro del caso Saab y Pulido”, dicen agentes de la DEA al diario en mención quienes ratificaron que la mujer se encuentra en el organigrama de Saab, con cuatro colombianos más.
Por ahora, las autoridades venezolanas sigue evaluando si extraditan a Saab a Estados Unidos, mientras tanto se plantea darle ‘casa por cárcel’. De acuerdo a las autoridades de Cabo Verde, la extradición de Saab hacia Estados Unidos se resolvería en enero de 2021