A través de redes sociales, Yania Gamboa Fontalvo denunció que el enfermero Eurin Xavier Bujato Padilla habría abusado de su pareja sentimental Ana Victoria Gómez Meléndez, de 24 años, quien se encontraba en la sala de urgencias de la Clínica La Asunción, en Barranquilla, tras un episodio de convulsiones. Las mujeres ya denunciaron el caso ante la Fiscalía.
Según cuenta Gamboa en un hilo de Twitter, en la noche del 5 de noviembre ingresó a urgencias con su novia, quien sufre de convulsiones. “Al llegar al lugar ninguno del personal médico o de urgencias me ayudó con ella, aún viendo la situación tan crítica en la que llegó a la clínica”, aseguró. Al parecer, solo recibió ayuda del taxista que las trasladó hasta la clínica.
Finalmente a su pareja la ingresaron a reanimación y, después de un rato pudo “estar con ella, hasta que dicho enfermero la puso en la camilla y le pusieron todos los dispositivos correspondientes para controlar sus convulsiones”. Gamboa aseguró que fue en ese momento cuando le pidieron que saliera de la habitación y esperara afuera.
Relató que después de cinco minutos, mientras ella estaba en la sala de espera dando toda la información sobre Ana Victoria a la enfermera jefe, ella veía cómo el enfermero Eurin Butajo entraba y salía de la habitación en la que se encontraba su pareja.
Gamboa se acercó a la habitación para saber cómo se encontraba Gómez y vio que “tenía su blusa levantada, así que decidí bajarle su camisa y decirle al enfermero que, por favor, le consiguiera una manta para el frío”. La mujer aseguró que, en ese momento, también le pidió al enfermero que la dejara quedarse en la habitación junto a Gómez, pero él se negó.
El enfermero Butajo le dijo a Gamboa que podía ingresar a la habitación de su novia, solo cuando él se lo permitiera. “Inocente y con tantos nervios en mi cabeza, decidí acceder, puesto que solamente estaba él en la habitación”, narró Gamboa en la red social.
Yania aseguró que, tan solo cinco minutos después de dejar sola a su pareja con el enfermero, escuchó gritos exagerados desde la habitación, supo que era su novia así que se dirigió “desesperada al lugar para saber qué le pasaba y la encuentro rodeada de enfermeras, doctoras y de este sujeto (el enfermero) en una esquina”.
Según el relato de su pareja, Ana Victoria, entre los gritos desesperados, se quedó sin aliento hasta que pudo contarle todo lo que había sucedido. Gómez le contó a su novia que el enfermero había aprovechado cada momento en el que estuvo a solas con ella para manosearla en sus senos y genitales, ella no pudo hacer nada para resistirse pues estaba “dormida”, pero realmente estuvo consciente de todo lo que pasaba en la habitación.
Al parecer, ante el evidente estado de alteración de Ana Victoria, las enfermeras no creían lo que la víctima afirmaba, “hasta que ella les dijo cada una de las cosas que yo hablé con el enfermero cuando ella estaba ‘dormida’ y cada cosa que él le hacía mientras estaba indefensa”, narró Gamboa.
Según Gamboa, cuando las enfermeras se dieron cuenta que lo que decía su novia era verdad ayudaron a esconder al enfermero y no quisieron darle información sobre el presunto abusador. Fue con la llegada de la Policía que las mujeres se enteraron que el agresor se llama Eurin Xavier Bujato Padilla y lograron realizar la denuncia formalmente.
Las mujeres se dirigieron al Instituto de Medicina Legal para que a la víctima se le realizara la entrevista y examen médico correspondiente, del que aún esperan resultados.
Ante la denuncia la Clínica la Asunción emitió un comunicado en el que aseguró que, inmediatamente Gamboa y Gómez denunciaron el presunto abuso en el lugar, “se activan los protocolos de acuerdo a los lineamientos establecidos por la ley”. Del mismo modo afirmaron que están prestos a facilitar lo necesario a los entes de control en el momento que lo requieran.
La denuncia se encuentra en la Seccional Atlántico de la Fiscalía General de la Nación, donde avanza la investigación sobre el caso de Ana Victoria Gómez, quien, presuntamente, fue víctima de actos que vulnerarían su integridad en un centro médico de Barranquilla.
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