Las declaraciones de la Alcaldesa Claudia López en las que vinculaba criminalidad e inmigración trascendieron el ámbito local para ser materia de una columna del Diario El Nacional, que responde con fuertes cuestionamientos al manejo que la funcionaria ha tenido con la migración venezolana en el Distrito Capital.
Titulada como “Xenofobia bogotana”, replican directamente lo dicho por López el pasado 30 de octubre: “Yo no quiero estigmatizar, ni más faltaba, a los venezolanos, pero hay unos inmigrantes metidos en criminalidad que nos están haciendo la vida de cuadritos. Aquí, el que venga a ganarse la vida decentemente, bienvenido; pero el que venga a delinquir deberíamos deportarlo sin contemplación”. El diario alega que para alguien que maneja el destino de una capital con 8 millones de habitantes, reducir el problema de la criminalidad al fenómeno migratorio es peligroso e indica que carece de comprensión para entender este tipo de fenómenos: “Lo que demuestra la mandataria local es que no entiende de fenómenos sociales. Hacer acusaciones de esta manera, generalizar sobre índices delictivos y culpables, es mostrar un desconocimiento alarmante sobre la dinámica social bogotana”, alega el diario haciendo una referencia velada a los estudios doctorales en Ciencias Sociales de la funcionaria, para concluir con un cuestionamiento directo a las competencias de la alcaldesa:"¿No debería saber una persona que se dedica a la política y pretende gobernar los destinos de una población que la delincuencia es un asunto multicausal y que es muy difícil señalar específicamente a un grupo poblacional? Eso en lo que se refiere a las Ciencias Sociales, que debería conocer por lo menos de referencia para ser eficiente en su mandato".
En cambio, el diario pondera el manejo de Migración Colombia con respecto a la inmigración venezolana: “Menos mal que hay gente que sí se ocupa de su trabajo y habla con propiedad, como Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, que rebate con números una aseveración tan irresponsable: de las 21.812 capturas en flagrancia en Bogotá, solo 1.874 son venezolanos. Y tiene mucha razón cuando afirma que el crimen es condenable, sin importar la nacionalidad del delincuente. Pero las generalizaciones malsanas envenenan la convivencia ciudadana”.
La columna de opinión se suma a las críticas recibidas por la Alcaldesa de parte de varios sectores afines a su mandato, que han expresado distanciamiento por la manera en la que abordó el problema a raíz del incremento de la inseguridad capitalina.
El Nacional considera que la carencia de empatía con los migrantes no es una opinión aislada de la mandataria, sino una tendencia real en otros países de la región, que acuden a ese recurso, afirma el diario, para no enfrentar problemas coyunturales de las sociedades a las que llegan las diásporas: “Parece que esos lazos y esa solidaridad no son importantes para la mandataria local. Si quiere obviar el pasado común, las raíces de hermandad, puede hacerlo, pero los venezolanos necesitados de refugio son seres humanos que necesitan una mano, no un grupo al que hay que rechazar. Es tan simple como entender que como alcaldesa todo lo que diga tiene resonancia en la gente”.