La encuesta ‘Mi voz mi ciudad’ de la Red de Ciudades Cómo Vamos, una iniciativa que recolecta información de la percepción ciudadana en diversos temas, recogió información en 34 municipios del país para medir el impacto de la pandemia en la población en diferentes ámbitos de la vida diaria en el territorio nacional.
La entidad reveló que, en nutrición y alimentación de la primera infancia, el COVID-19 ha dejado una huella estadística. El estudio afirma que el 15,5% de los niños menores de 5 años han sido alimentados de manera insuficiente o totalmente insuficiente durante la pandemia, en familias encuestadas en Bogotá, Medellín, Cali y Manizales.
Los datos apuntan que un poco más de la mitad de los encuestados, el 65,4%, tendrían la posibilidad durante la pandemia de alimentar adecuadamente a los niños en sus hogares. Entre las razones por las que se cuenta con comida, el 22,2% de las familias afirmaron que lograron nutrir a sus niños con mercados y ayudas económicas proporcionadas por el Gobierno y las administraciones locales.
El hambre durante la pandemia en Bogotá
Por otro lado, en el informe ‘Una mirada a la situación nutricional de niños y niñas en Bogotá en tiempos de pandemia’, presentado por Bogotá Cómo Vamos, asegura que la situación de hambre generalizada se agravó por la crisis del Coronavirus. Según la institución, el 16% de los encuestados afirmó haber pasado hambre en la última semana por falta de recursos.
En el caso Bogotá, el 14,2% de los hogares encuestados con niños y niñas menores de 6 años consideró que la alimentación de sus hijos ha sido insuficiente o totalmente insuficiente, registrando 1,3% menos que el panorama nacional. Con respecto a la colaboración gubernamental, el 13% de las familias encuestadas con hijos en primera infancia recibió un mercado o ayuda económica durante la cuarentena.
Según lo afirman los encuestados, la percepción de mejora en la situación de la ciudad capital se encuentra, en una gran proporción, pesimista. El 39% de los encuestados consideró que, al final de 2020, las condiciones que ofrece el Distrito para que los niños y niñas menores de 6 años se desarrollen serán iguales; mientras tanto, el 29% de los sondeados considera que las condiciones empeorarán.
El documento también reveló datos del índice de situación nutricional en primera infancia por localidades. En desempeño alto, es decir, localidades con condiciones que favorecen a los niños y niñas, se destaca Teusaquillo como la mejor opción para esta población. Le siguen Chapinero, Usaquén, Barrios Unidos y Engativá.
En desempeño medio-alto, con un leve detrimento en condiciones alimentarias, se encuentran Los Mártires, Suba, Puente Aranda y La Candelaria. Por otro lado, las localidades con desempeño medio-bajo son aquellas que manifiestan problemas socioeconómicos que ponen en riesgo la seguridad alimentaria. Estas son Kennedy, Fontibón, Antonio Nariño, Bosa y Tunjuelito.
Por último, aquellas que registran un desempeño bajo son localidades con franco deterioro en las dimensiones socioeconómicas, de seguridad alimentaria y estado nutricional para la primera infancia. Entre ellas, la más riesgosa para la población infantil es Ciudad Bolívar, 92 puntos por debajo de Teusaquillo en seguridad alimentaria. Le siguen Usme, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Santa Fe.
“Aunque la respuesta institucional ha sido la adecuada para atender la emergencia por COVID-19, esta es una respuesta de corto plazo orientada a mitigar los impactos negativos. (...) En ese sentido, la respuesta debe estar orientada hacia un enfoque mucho más amplio en torno a la garantía del derecho a la alimentación”, finalizó el informe de la institución.